Ejercicio inacabado... |
Que tras los pensamientos, aquellos que nos llevan a la melancolía de los sueños que se esculpen en deseos, están los suspiros tallados en piedras para quien quiera recogerlos o llevarlos. Huérfanos abandonados ruedan por el suelo en busca de su origen, tanto que se desgastan; algunos, los de felicidad, se convierten en arena fina, otros forman parte del ambiente fundiéndose en motas brillantes con el polvo que flota en el espacio cuando el sol les arranca del suelo para hacerlos bailar al son de sus rayos...
Y aquella fina arena que quedó en el suelo buscó su camino deslizándose en busca de la luz que sutilmente y tímida entra por debajo de la puerta y salió al mundo, a los colores, fundiéndose con el espacio donde conforma caprichosos dibujos de realidades perdidas en pensamientos volados, que se dirigen hacia una senda desconocida, allí es donde van los suspiros... al lugar donde se hacen materia volátil, etérea y silenciosa que se alía con el viento para volver a renacer en melancolías para aquel que en un descuido lo dejó escapar, mientras en el alfeizar de su ventana recordó aquellos tiempos en los que comía helado de limón, mientras pedía un deseo a una estrella que caía en la oscuridad de la noche...
Y este cuento no ha acabado, no porque no tenga un fin si no porque quizás se te escapara un suspiro...
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Sensibilidad y calma es lo que trasmite tu texto. Pura poesía entre suspiros y melancolía. Realmente la imagen de Picasso con que acompañas al cuento la evoca inevitablemente.
ResponderEliminarMuchas gracias por llegar y un abrazo.
Me ha llegado al alma eso de que los suspiros de felicidad se convierten en arena fina. Nunca lo habría visto así.
ResponderEliminarRespira tu inacabado cuento un halo de melancolía, de calma relajada, de paz, un mundo de sugerentes matices y colores.
Historia inacabada, como el cuadro que la acompaña.
¡Hasta pronto!, Un abrazo.
Y otros de los suspiros, convertidos en arena fina, se escurren lentamente en busca del mar que los mece entre sus olas en un acompasado vaivén, protegiéndolos del olvido y manteniéndolos en la memoria eterna.
ResponderEliminar¡Que bonito cuento!
Es cierto que te deja con una sensación de paz en el alma.
Un beso
Mar
Entre los dedos escapa la arena fina de todos los anhelos, polvo dorado en la boca de un suspiro.
ResponderEliminarPuras sensaciones, volátiles y sutiles, no me quedo ensimismada como el arlequín y su compañera, me quedo dulcemente prendida en una mota que vuela.
Bello, Matices, este cuento sin colorines ni colorados, con todos los colores difuminados.
me acabo de suspender a mí mismo. por malo..o bueno, no lo sé...siempre pensé que era ALFÉIFAR, nunca pensé que fuera ALFÉIZAR...
ResponderEliminarbien, y tras quedar suspendido para setiembre, puedo decirte que acabo de tomar un pincel, no sé si grueso...bueno, sí, es delgado...y me he puesto a pintar suspiros bien en forma circular, bien en forma rectilínea, bien informes, bien alocados, bien etéreos, bien...no sé exactamente cómo son los colores que he escogido...sé que tienen una tonalidad, sé que se desgranan de los tres fundamentales...pero no los he podido ver...y es que quizá no haya sido yo el que ha estado pintando, si no un suspiro mío..también sé otra cosa. que en iniciando el cuadro este de los suspiros, no lo podido terminar...quizá sea por que ese cuadro de tu texto , el cual a lo que parece está inacabado...quizá sea por esa visión por lo que me decidí a no terminar el cuadro de los suspiros...
anda la leche¡¡, pero si he escrito en primera persona y debería de haber escrito en tercera persona: debería de haber puesto como sujeto de mis oraciones a la matices-nieves...
medio beso.
Leyendote renazco en melancolías, dulces, tenues, de colores pastel.
ResponderEliminarLeyendote me pierdo en el viento de unas palabras leves, suaves y a la vez fuertes como la emoción que provocan.
un fuerte abrazo, Nieves.
Ese estadio inicial de melancolía indefinida, de arenas sueltas llevadas por el viento, suele ser el preámbulo necesario para todo buen cuento!...ese estado de inspiración en el que se van sembrando las ideas entre el polvo de la inquietud aún indefinida está primorosamente retratado en tu texto.
ResponderEliminarMuy adecuado para este encuentro juevero!
=)
Un abrazo!
Sensaciones y sentimientos que se van en un suspiro, qué maravilla de paz y sosiego que trasmites con tu dulce cuento.
ResponderEliminarUn beso
Tienes razón. ¿qué se esconderá detrás de un suspiro? Como dices tú, deseos inalcanzables que se van evaporando, hasta desaparecer. ¿quien lo sabe?
ResponderEliminarCuento lleno de matices y de poesía
Un abrazo
A ver, compañera, es un relato para leer con calma, saborearlo y mejor al compás de la estupenda música que nos propones.
ResponderEliminarMágico relato, ya que describe algo mínimo e indescifrable, básico en la vida.
Y si, hechicera, me provocaste un suspiro.
Besos.
Mi matiz, se escapa entre los suspiros que has narrado, entre el aire de esa arena que vuela entre los dedos....Deseos que cumplidos o no, nos dejan un poso de paz en el alma.Un cuento lleno de sensibilidad
ResponderEliminarBesos guapa.
Lo he leído en silencio, pausadamente, luego he vuelto a leerlo acompañado por la música que nos has puesto. Y ...volveré a leerlo más veces porque tiene embrujo. Calma y alegra el espíritu. Y he suspirado no una vez, muchas veces.
ResponderEliminarUn beso, poeta.
Es puro relax leerte, con tu permiso, he dibujado en ese polvo de arena los suspiros que jamas me atrevi liberar. Y voy a probar a que sabe el helado de limon ahora que ya no soy una niña y como no, tambien pedire un deseo...quien sabe...
ResponderEliminarUn besazo
Te leo y te releo, luego cierro los ojos y me dejo llevar a un mundo en donde crecen ideas, donde se dibujan sueños, te leo y te relo.
ResponderEliminarBesos matices de colores.
Matices, Nieves, nos vemos en Córdoba, pasará mi AVE por Sevilla de paso como un suspiro, te espero junto al puenre romano, junto a la Judería, te espero. Besito
ResponderEliminarExcelente artículo.
ResponderEliminarSaludos,
Francisco M.
Querida Matices, más atrasada voy yo con la lectura juevera no te preocupes, pero he tenido un fin de semana extraño...
ResponderEliminarLos suspiros tienden a dejar en el aire letras, voces, recuerdos, querencias, sensaciones diversas que se expanden, se alejan y quizá un golpecito de brisa, los traigan de vuelta. Tu relato vino cargado de todas esas cosas, suaves, que la rosan a una dejando emociones dulces y serenas.
Un besito al vuelo, como un suspiro!
Gaby*
Primero quiero disculparme por comentarte tarde, pero ando sin computadora y ahora que tuve un ratito desde una prestada no quise dejar de pasar.
ResponderEliminarTu "erase una vez" es hermoso, pleno de emociones que tal como lo decís me ha sacado mucho más que un suspiro.
Un abrazo enorme.