miércoles, 16 de octubre de 2013

Este jueves, relato: Celos





Tras la transacción económica Elena se quedó sola en aquella habitación fría y lúgubre de motel de carretera. El sobre que a cambio había recibido quedó sobre la cama. En aquel escenario imperfecto y decadente buscó el momento para descubrir lo que este contenía. Se sentó en la silla, y lo abrió. En la mesa una copa de Borgoña a medio llenar. Cruzó sus piernas, humedeció sus labios con el rojo de aquel vino y observó con atención el amplio reportaje de instantáneas. Allí estaba, ante sus ojos. Se sonrió y con cierta satisfacción leyó la primera línea del informe que acompañaba aquellas fotos...

"El investigado, hombre, blanco de unos cuarenta años, complexión robusta, bien parecido. Con trabajo estable y horarios marcados. Se casará en breve con su novia, Adriana con la que lleva años de relación. Aún así mantiene una doble relación con..."

Su novia- se dijo, aquellas palabras dolieron. Ansiaba tanto hacer realidad sus planes que no  dudó y marcó en el teléfono el número de ella...

Hola, Adriana, no nos conocemos, tengo un material sobre tu futuro marido que te puede interesar...- El silencio se hizo entre ellas una vez le facilitó el apartado de correos donde podría recoger la información. La despedida entre ambas fue seca, al otro lado de la línea  fue palpable la intranquilidad de la destinataria. 

Una vez Elena colgó , dijo las palabras mágicas..."Serás sólo mio".  Pintó su sonrisa de placer en carmín ante el espejo, testigo mudo de su venganza. Llenó otra copa de vino. Era la hora, pronto llegaría él a su compromiso ineludible con ella, siempre el mismo día, a la misma hora desde hace siete años. Recogió el contenido de aquel informe no sin antes regalarle un beso marcado en aquella foto donde aparecía ella junto a, nunca mejor dicho, el  futuro ex novio de Adriana.
Dos golpes de nudillos en la puerta y el susurro de su nombre, la alertan. Cerró el sobre, lo metió en su bolso y se recompuso. Pronto dejaría de ser la  otra... 

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Más estados inestables buscando venganza en...  El Blog de Pepe " Desgranando momentos"

viernes, 4 de octubre de 2013

Este jueves, relato: "El camino"

Esta semana Juan Carlos del Blog ¿Y qué te cuento? nos hace una propuesta para el jueves "El camino". Y aquí estoy amigo, tarde, tocando el tema de puntillas pero dándote la mano en esta nueva convocatoria tan bien llevada.  




Hoy vuelve a pasear sus dedos por los muebles, nota la textura aterciopelada del polvo que se asienta en el tiempo. Dibuja en suave trazo sin definir algo que se asemeja  a un corazón y,  que ahora reluce en aquel fondo de color blanquecino que todo lo cubre.

La luz entra difusa y suave,  llena el habitáculo de motas brillantes que caen como lluvia esperada por el peso de los días. Recrean esa atmósfera que  recuerda que el espacio se cerró tiempo atrás, ya ni el olor de aquella estancia es el mismo. Tampoco la  música suena, ni hay pasos disonantes que marcar en el parquet. Cierra los ojos mientras tararea su canción  rebuscando en el fondo de aquellos recuerdos y,  su sonrisa se desdibuja...

Tímidamente habló en el silencio que todo lo ocupa...
-Paré en la tienda, ¿sabes? encontré aquella botella de vino que tanto te gustaba- el lugar le devolvió las palabras retumbando en eco perdido. Y sintió el regusto a dolor escondido que envuelve lo que ya no existe.
No hay respuestas a sus palabras, sigue regresando a la espera de una señal.

Observó la habitación vacía, supo que  en  aquel lugar no existía reencuentro posible, solo las huellas del tiempo que danzaban en pasado.

Cerró la puerta, tras ella en  el espejo del aparador  dejó un mensaje escrito... "No volveré".

En la calle, el otoño empieza a empujar despacio a la estación saliente, las hojas empiezan a caer al ritmo que el viento va marcando. Silencioso y moderado cincela la nostalgia en el ambiente. Abrocha su abrigo, pierde la mirada en el fondo de la avenida a la vez que inicia sus pasos hacia un nuevo camino, es hora de continuar...Poco a poco su silueta se va fundiendo entre los transeúntes en el acerado hasta desaparecer.

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