Mi personalidad es viajera, se puede decir que desde mi nacimiento a mi favor ha jugado la suerte de poder trotar por el mundo... Lo que mejor llevo son las vivencias; no tengo grandes estudios, aunque en una conversación me manejo mejor desde una óptica muy cercana, la de mi objetivo. Dicho sea de paso: a la cultura adquirida en mi bagaje la considero mundología.
A quien le diga que he cruzado de una punta a la otra el mapa, lo duda; y que he visto y compartido amaneceres tan bellos como las mujeres que he conocido, no me cree. Mi inanimada posición dice de mí que no puede ser; sin embargo, cuando hablo de guerras, todos quedan fascinados, no entiendo la esencia del ser humano, y me gustaría, pero mi objetivo capta instantáneas planas, sin entendimiento para mí ¿Os he dicho que tengo un premio? si, un premio a la mejor "Mirada", según dicen es mi mejor foto: unos profundos ojos tristes No me siento orgulloso, ¿qué es un premio si tras él no se esconde la felicidad?, el mundo es desigual y para una cámara como yo es distante, no nos crean para pensar; solo dejamos rastros del presente, pasado y futuro en un solo instante que consumís en una sola mirada.
Vuestro mundo es extraño, lo dicen los millones de disparos intencionados que se han hecho desde mis entrañas dimensionadas en megapixeles de realidad cercana; esconden paisajes increíbles, miradas inocentes, sonrisas regaladas compartidas con el miedo, el hambre; incluso tengo una muesca justo en el objetivo, como la de la culata de una pistola justiciera, según dice mi compañero de aventuras... Esa vez sentí la sensación que da rozar la muerte. A él lo dejó con un dedo menos; y lo mejor: ¡el tío tan feliz!, pues no dice que es una herida de guerra... Desde entonces me hago preguntas, intento reflexionar sobre lo que capto y la única conclusión a la que llego es la misma, mis negativos son siempre los mismos, el mundo, ese que he pulsado a medida de luz..., no se mueve, todo sigue igual, y dicen que soy un objeto inanimado, líbreme Dios de ser humano...
Cierto es que mi vida la marca la tecnología, pero en mi caso tengo carrete para rato... Os dejo, hace unos meses que he pasado a manos del alevín de la casa, se ve que quiere ser corresponsal de guerra como su papá y me ocupo en captar fotos a los madelman y al barco pirata, como no podía ser de otra manera... ¡Maldita jubilación!...
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