miércoles, 25 de enero de 2012

Este jueves, relato: Meigas

Un día mas Amancio llega puntualmente a la oficina, abre la puerta que chirría como si se tratara del portalón de un castillo tenebroso, odia ese ruido, nada más lejos de la realidad de aquel siniestro lugar donde no hay ventanas; al encender las luces un halo empolvado se desplegaba por la pequeña habitación, ya eran mas de cuarenta años desgranados en motas de tiempo. 

Colgaba su abrigo en una percha, y planchaba las arrugas con su mano. Antes de sentarse observaba a su alrededor, era metódico y obsesivo, “tic” que había adquirido con la fuerza de los años y los extraños días llenos de horas silenciosas con la sola compañía de los números. Se acercaba a la caja fuerte, he introducía la contraseña para poder sacar los libros de cuentas, los debía repasar…hoy tenía visita; a la vez farfullaba, desaprobaba ese gesto mensual que le solía poner de mal humor, y no es para menos, durante días el olor que desprende ella permanecerá impregnado en los papeles, aunque consideraba peor la sensación de desorden mental que le provoca la misma. 
Una vez se sienta, abre su cajón y va poniendo sus útiles ordenadamente sobre la mesa cada cosa tiene su sitio, es al final de su rutina cuando observa en el fondo un sobre que hace que una sonrisa se le despegue de esas comisuras de los labios que siempre miran hacia abajo… lo abre y lee, siente una sensación de satisfacción que le inunda…

Suena el timbre se dirige hacia la puerta, al abrirla el chirrido quedó enmudecido. Ella entró como una pluma pesada arrasándolo todo, parecía que las víboras desayunadas tenían prisa por ser vomitadas, pensó él, que escuchaba el murmullo de fondo como abeja que resuena en su cabeza, molesta si, pero indefensa en la oscuridad de su cerebro. La observa y desea que la "mantis" que reside dentro de ella muera en un empacho envenenado de su propia prepotencia. Se preguntaba asimismo, si ella sabría lo que pensaba y se contestaba  ¿para qué? es imposible, era invisible, eso sí, la bruja se encargaba de darle protagonismo en reproches infundados que él bebía en silencio como pócimas hirientes y que hacían crecer el ego de aquella bruja.

Una vez ella se sienta ante las cuentas, empieza a lanzar sapos y culebras incisivas en un rosario encadenado de quejas: que si caja “A”, que si caja “B”, que si no te enteras, que si eres corto de miras, ¡¡cómo se nota que el negocio no es tuyo!!, y por último...¿que haces cuándo estas solo aquí?, ¡¡eres un vago!!, y ese día algo nuevo…, ella abre la boca sorprendida y lo mira con los ojos desencajados, él disfruta de ese gesto y de la sensación que le produce la ira enlatada en la que ella empieza a arder…

En un orden pensado incluyó tras las cuentas, unas letras propias…

¿La bruja sigue sin estar satisfecha? claro, no esperaba menos...
Le informo por este medio, dado que de otra manera no creo se enterara, que le he realizado un desfalco en gasto por humillación soportada, ha sido algo medido y retorcido, merecido pago por aguantar su avaricia todos estos años.

El que firma la presente se va, se pega el piro, se fuga… ¡¡Ahh!! olvidaba decirle que ya sabe que es mejor que calle…

Los ojos encendidos de la “bruja” lo desafiaban, mientras, a él la sensación de regusto ante la venganza le satisfacía en exceso, cogió su abrigo abrió la puerta y salió, esta vez con una nueva sonrisa dibujada…

Matices

Brujas, sapos y culebras en  un akelarre sin igual, en el Blog de  Inma Brujis

jueves, 19 de enero de 2012

Este jueves, relato: "Desde el corazón.."




Aquí… a, 17 de Enero de 2011

Querido mío:

El invierno ha acampado anchamente por aquí, reconozco que este año se muestra cálido y agradable aunque se niega a perder su personalidad siempre devastadora.

Todo sigue igual, el dolor llega a ser casi insoportable y amenaza a mi psique como martillo golpeador, me da miedo pensar que todo vuelva a ser como meses atrás. He de reconocer que me salvaron las personas y estas letras que me distraen y me acercan para poder liberarme de aquella sensación que me consumía y hacía prisionera.

Escribo desde el  corazón, y mis letras se han llenado del pasado que rechina en mi memoria... pues no hay, no encuentro el pulso del mismo, se ve que en la transición perdí el ritmo y la lectura que me ofrecía la pasión que me daba. Eso sí, se mantiene dentro de las páginas que componen mi vida, recubierto de su protección, no emite dolor ni mensajes contradictorios, no recibe mimos ni caricias porque no desea recuperación.

No voy a abrir, no quiero mirar dentro, puede que este corazón se haya desdibujado perdiendo sus colores y es un sacrificio del que se que soy culpable porque no quiero olvidar, por eso mantengo la mente activa y la aparto del órgano vital. Ya es hora de que te deje, los niños llegaran en breve, se hacen mayores. Me encanta la libertad que emanan  y a veces, logran que el peso de los días sea mas liviano en ese interior en el que nada cambia. Me reclaman, voy a ponerme la sonrisa y  pellizcarme las mejillas no quiero que me vean triste.

Un beso, corazón..., mañana volveré

María cierra el diario.

Matices

Mas letras desde el corazón en el Blog de Mª José

miércoles, 11 de enero de 2012

Este jueves, relato: Profecías del fin del mundo

En algún lugar del mundo, un 20 de Diciembre de 2012

EL sol arranca despacio y seguro hacia su recorrido. Los colores del firmamento enamoran a quien pasea por la playa, mañana hay cambio de estación entra el invierno y ni las temperaturas ni el cielo predicen mal alguno...

Él, trotamundos de la vida, paseante de caminos inventados, bohemio solidario de arte subyugado. Alguien le dijo que el veintiuno de diciembre el mundo se terminaría..., hoy podría ser el último atardecer. Busca referencias de un lugar que creía olvidado; pues sus pasos partieron e hicieron distancia con aquellos lares hace años. A medida que avanza todo le es conocido pero los cambios son evidentes, había dejado de lado lo cercano lo que desde pequeño fue suyo...

Ella, bailarina de puntillas desgastadas, soñadora de deseos incumplidos, artista de pasos quebrados. Le dijo a alguien que el mundo se acabaría el veintiuno de diciembre.. Le gusta la libertad que le da el entorno, juega con las olas,  y se deja acariciar por  la fria espuma en la orilla que eriza su piel, busca sensaciones. Su sonrisa brilla en su rostro y hace juego con los rayos del sol. Abre sus brazos esperando el abrazo cálido del mismo.

Él la observa, le recuerda a esos animalillos salvajes que corren a sus anchas y juegan en el espacio  sin parecer que nada les afecte... interrumpe su observación y le pregunta.. -¿Crees qué el mundo acabará mañana?- 

-¿Qué mundo? ¿el qué tú ves, el qué defiendes?... Yo tengo otro mundo en el que los sentidos se agudizan, en el que no veo lo que acontece porque no hay traducción visual, mi mundo no termina... seguiré en la oscuridad.

-Tienes la habilidad de llevar los temas hacia donde crees que nadas bien -le recrimina él.

-No,  hay otra visión y te la muestro, o prefieres no disfrutar de lo poco que tienes y pensar que el mundo se acaba en plural, cuando tan solo es un detalle individual... si lo deseas  podemos hablar  de referencias históricas, o mejor... ¿el mundo pluralizado cuántas veces ha acabado?-

-¿Se puede saber a dónde quieres llegar?, está claro, hay cosas que no cambian en el tiempo, siempre pesa más tú visión- el tono cambiaba  y ella  abre sus ojos y le dedica una sonrisa...

-No, soy ciega y pude conocer lo que es que se acabe el mundo para luego aprender a observarlo de otra manera. Tuve que entender que la vista no era "mi vida". Mi libertad individual se disolvió en dependencias para luego iniciarme en otro inició, la carrera de aprender a sobrevivir con... ¿llamémosle una merma?, pero... puedo ver, a través de tú miedo, de los sentimientos que se generan, de la lástima infundada... Acaso ¿la tierra es plana?, ¿Colón entendió que la tierra es esférica o ya lo sabía? son diferentes momentos, ¿especulaciones o intereses creados?... Pitágoras, Copérnico, tantos y tantos que teorizaron y a nadie le interesó, ¡¡claro!!  había que hacer creer al  pueblo llano que el fin del mundo existía y podría llegar... es cíclico y repetitivo.

Él, indignado, le responde...-Yo he podido ver el caos de la pobreza, la muerte por inanición, la falta de agua para simples rutinas como la higiene,  existe un mundo cruel que se ceba con seres humanos como tú y como yo... ¿y la guerra?, ese es nuestro presente y aunque tú no lo veas hay un mundo que se nombra en "plural" y que agoniza, no sé, me da que lo ves todo mediatizado...

-¿Eso crees?, no me he movido de aquí en años, eso es cierto,  y tu has venido ahora pensando que este es el lugar, justo el día antes de que acabe, supuestamente,  el mundo, ¿qué necesitabas, una excusa?.  Si mañana el mundo no acaba, todo seguirá igual de manipulado y "todo" nos incluye a ti y a mi. Los pobres seguirán siendo pobres, tú seguirás buscando tú sitio y yo seguiré siendo ciega. El fin del mundo no cambia nada, solo inquieta el interior de quien busca excusas...

El silencio se hizo entre ellos, el sol iba bajando poco a poco, él lo observaba y ella ofrecía su tez al rey astro para que la caricia de sus rayos fueran contándole que poco a poco la luz del día se termina...

Ella le dirige su gesto a él, le coge la mano - y le dice- Te necesitaba y el fin del mundo podría ser  una excusa para que vinieras aquí donde  nuestro "mundo" permanece.

Él la mira y le devuelve una sonrisa que ella, tal vez, nunca podrá ver. 

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Para los nostálgicos un "Because" más conocido tiempos atrás... pincha aquí

Si quieres vivir experiencias en, sobre o por el fin del mundo, pasa al Blog de San y ella te mostrará los caminos


miércoles, 4 de enero de 2012

Diálogos de Pecera: Contabilidad vital


Se nos escapó
el sentido de la existencia,
no hay sumas,
solo restas,
des- amortizaciones,
no existe balance de lo pasado,
se suele dejar en blanco.
Es tan complicado
hacer cuentas de lo vivido.


En metros cuadrados
 2 x 2,
en distancia.
 infinita,
en química
 equivalencias perdidas,
 ¿en física?
no sé, abandoné el gimnasio
en lenguaje,
domino el silencios...

Los gestos son como guiños intermitentes,
de lo que no ocurrió,
de lo que se decide  olvidar
pues no existe recuerdo
todo se resume en...
no me exijas rédito,
ni intereses,
tan solo 
el cierre de un balance
vacío de contenido,
invisible a nuestros ojos...

Perdona, ¿de qué hablas?

De egoísmo,
de la nueva contabilidad vital,
ya..,  ahora me dirás eso de...
"soy de letras"
en fin,
 diálogos de pecera...

Segunda entrega de "Diálogos de pecera", son absurdas conversaciones, que empiezan a ser rutinarias en los cafés de sobremesa, en las parejas de amantes  "inválidos de amor", en los seres que han decidido pasar por la vida sin una búsqueda interior. No tienen términos medios, podría ser  "La sal de la vida o el salero del humano", hablamos al fin y al cabo, de la falta de entendimiento...

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