miércoles, 28 de marzo de 2012

Este jueves, relato: Fiestas



Otro día más de feria, otro que termina para los que se divierten y disfrutan. A Pepe todavía le quedan unas horas más de trabajo en aquella caseta de la feria. Le resulta extraño, no hace tanto él se sentaba en una mesa con su traje siempre enlucido con un clavel reventón en la solapa… ¡y como disfrutaba de horas de algarabía y fino!.

Y dan las cuatro de la madrugada en el reloj y la gente se va diluyendo entre efluvios de alcohol y pasos torpes, son los últimos...  una vez fue él último -piensa mientras limpia la barra y recoge las sillas de eneá-. Es cuando empieza a barrer el ambigú y observa los farolillos que alumbran la parte noble de aquella, ahora desolada caseta del real, se deja inundar por los recuerdos del pasado.

Las carreras entre volantes con su hermana, las primeras sevillanas improvisadas y aquellas manzanas caramelizadas que remataban la jornada, ¡que le gustaban!, era la fiesta, el ambiente, la libertad y las sonrisas... Después vinieron los años de adolescencia, la independencia, el libertinaje, las copas a escondidas y sus consecuencias... y Maria... -se le escapa un suspiro- sigue barriendo, cuando llega al tablao para y enciende un cigarrillo ve su imagen en el espejo reflejada,  y tras la primera calada se sonríe y se dice, ¡ladrón como has envejecido y que malamente!... es cuando su pensamiento retorna a ella ¿dónde estará María?, la imagina delante de él en ese espejo con esa flor de un rojo profundo que adorna su melena, esos ojos vivos,  y ese traje que le marcaba las hechuras y el porte, aquella que se le llevó el alma y el corazón una noche de hace muchos años cuando entre bailes, lunares, vuelos de volantes y dulces besos,  cerraron aquella caseta y pusieron comienzo a su historia de amor.

Y le asolan otros momentos más tristes y recientes, aquellas últimas palabras en el rellano de la escalera de la casa que compartían…
-Maria, no te vayas  ¿tan mala vida te he dado?
-No, Pepe, es el amor se nos escapó entre silencios y desapego- ella recogió su maleta y se fue... para siempre.

Y ahora, ante aquel espejo vuelve su imagen y la siente como años atrás, sabe que no volverá pero siempre tras un espejo estará aquella morena que en una Feria  lo enamoró llevándose su corazón. Tira el cigarrillo al suelo lo pisa y sigue barriendo aquella caseta donde se ha enredado en noches de cante y gentío, de belleza racial y de tiempos pasados,  pues esta de ahora no es su feria...

Matices
Mas revuelo, gentío y duende En el Blog de Manu


Y rompiendo con el ritmo del relato y para no perder la costumbre os invito a bailar... ¿quién se apunta a una rumbita? metiéndonos en ambiente... que ya estamos en la cuenta atrás para la Feria de abril. ¡¡Ole, Ole!! 

sábado, 24 de marzo de 2012

Tiempo de reflexión

Os dejo una canción con cierto ritmillo, nada peligroso para la salud auditiva y con cierto regusto a antiguo pero muy de ahora..,  todo un descubrimiento...

 reflexionando y realmente no se para que... 
reflexionaré sobre porqué reflexiono...
dicen que hoy es
momento de reflexionar...


Matices



domingo, 18 de marzo de 2012

Juega-me...


Baila-me el agua,
Pasea-me sin distancias,
enreda-me en caricias,
suma-me a tu cuerpo,
siente-me en seda,
rechaza-me en susurro,
atrae-me en palabras,
habla-me en color,
conspira-me en sentidos,
recluye-me en besos...

J U E G A -M E



Matices...






miércoles, 14 de marzo de 2012

Este jueves, relato: El cine en el recuerdo, una historia de dentro a fuera

Tenía una sensación extraña, recordaba  cuando le ofrecieron el primer guión para un casting años atrás, ahora la intranquilidad se había apoderado de él, sabía que no las tenía todas consigo... Se colocó en el centro del espacio, hojeó por última vez aquel libreto que había bebido como si de un buen licor se tratara; quemó su garganta en primera instancia, se apropió de su estómago en segunda y por último… respiró hondamente cual principiante e inició el diálogo con su compañera de reparto. Fue cuando para sorpresa de todos un hilo de voz fino sin fuerza salió de su garganta, a la vez que los gestos hasta ahora acompañantes de su singladura aparecieron desacompasados con la escena. Se veía torpe y esperpéntico y notaba la  incredulidad entre los asistentes en el patio de butacas, era de los galanes con mas solvencia del cine mudo y no lograba transmitir, ni su voz, ni sus gestos antes coherentes y entendibles ahora daban lógica al diálogo

Los casting siguieron, puertas que se abrían y se cerraban en un mismo gesto. Pudo observar desde bambalinas la decadencia de los artistas de su género, unos por sus voces chillonas, desagradables, otros por la interpretación. Ya no valía ser una sonrisa bonita o un galán engominado y de aduladora mirada, ni la mas terrible y mirada maligna. Algunos sin querer ver la realidad pensaban que solo se les pedía que mostraran sus voces,  eran mudos intentando sacar la voz de dentro  y en aquel  intento infructuoso perdían la congruencia.
Aquel al que quemó la garganta en su primera intención decidió que era el último casting, no asimilaba su propia decadencia, la aparición del sonoro lo había relegado al anonimato, de estrella a nada. Su mano sentenciaría el dolor que le corroe dentro de su corazón y provocaría el fin mudo de una película escrita en matices reales... y es así que algunos se dejaron llevar por la sensación de fracaso terminando sus vidas en psiquiátricos o suicidios, otros simplemente empezaron una nueva vida, fueron las consecuencias de la entrada del cine sonoro.

Y si hacemos memoria, recordamos a nuestro Harold Lloyd que pierde su sonrisa dulce y ansiada pues su comicidad ya no gusta, es relevado entre otros por los Hermanos Marx, dinámicos y ocurrentes;  La Divina, tuvo la sensación de estar en un lugar que no le pertenecía, aún así accedió al cine sonoro; Valentino, falleció antes y quedó como mito, ¿quién sabe si salió ganando? y Chaplin ¿qué me dicen de él?.

Mudos, se habían quedado mudos, privados de palabra... por orden del guión y del progreso. Nada fue voluntario,  quedaron minusválidos en su propia profesión la única que conocían; la del gesto lleno de sentimiento y las emociones puestas al servicio del espectador... Esto podría ser un homenaje a los "inadaptados o desechados del sonoro" que tantos buenos ratos nos dieron y no por sus palabras, sino porque en su carencia de voz,  pertenecieron a lo que hoy conocemos como "La era inicial de la historia del cine".

Matices

La taquilla del multicines en el Blog Neogéminis

sábado, 10 de marzo de 2012

El sol ya está aquí

Y si, llego el sol y la lluvia no apareció...
¿todo está bien?...
pues... mas bien no
 dejémonos llevar por la música
creo que será la mejor opción por un instante...

Matices


miércoles, 7 de marzo de 2012

Este jueves, relato: "Algo sorprendente"





Julio era  un jubilado que dejaba caer los días del calendario disfrutando de lo poco que le daba la vida, vivía en una soledad buscada a la cual acariciaba acompañado por su afición, el cine, el de sus tiempos, como dice él, en blanco y negro y sin contaminaciones extrañas.

Había una actriz que lo traía loco,  acudía siempre que pasaban películas de ella en la filmoteca.  Ese día se comportaba como adolescente enamorado, su traje cruzado de mil rayas, su clavel reventón en la solapa, el mejor de sus bastones que acompañaba en brillo a sus lustrosos zapatos y por último su sombrero objeto de coquetería, pues poco pelo alumbraba ya su cabeza, un dandy de tiempos pasados así le gustaba verse.

Hoy estaba especialmente inquieto, revuelto, no paraba en su butaca de la fila siete, asiento doce, fue  cuando las luces se apagaron y empezó la película…Y ahí estaba ella, su halo de actriz de los años cincuenta le invitaba a parodiar internamente historias de cine, de momentos anhelados y soñados en versión cinemascope. Le gustaba meterse dentro de aquel film cual actor principal...aunque la startlet nunca deparó en su presencia. Él ya metido en su papel se veía en el café con su  diario, su cortado con leche fría y aquella invisibilidad que magnificaba el momento, en aquella escena se encontraban los dos.  Siempre soñó en que ella se fijara en él, pensó que pertenecer a un mismo entorno durante tiempo lo haría formar parte de él y tras esa premisa perdería su invisibilidad, la idea le emocionaba.  Aquel día algo inesperado ocurrió, ella si deparó que algo faltaba en aquel  encuadre,  se paró justo donde la imaginación se aliaba con él. No entendía la sensación que la poseía, era como de espacio incompleto, se quitó las gafas como si eso le diera una perspectiva mas real buscando bucear en la realidad de sus sensaciones.

- Si, era como la imaginaba ... -Él atónito la observaba y se decía que aquello no seguía el guión establecido, para su sorpresa ella salió de la pantalla en un halo de luz que lo deslumbró se acercó altiva y garbosa a su asiento, él se levantó y la saludó elegantemente…
Julio, llegó la hora ¿quieres acompañarme?- le dijo ella mirándolo a los ojos- Y en ese momento a él se le encogió el corazón, y con la mirada vidriosa le dice,
-Si Rita, te esperaba ha llegado el anhelado momento-, le ofrece su brazo y lenta y pausadamente al paso de Julio desaparecen de escena. Atrás quedó la butaca de Julio, hizo su mejor papel estelar junto a Rita en un cielo plagado de estrellas...


Matices


Mas sorpresas inesperadas o anheladas en el Blog de Any



viernes, 2 de marzo de 2012

Este jueves, relato: Un objeto en el olvido

Brillante, suave, cálido... lo recuerda así, a veces se pierde en las sensaciones, roza así el mundo de los sueños que logran llevarla de nuevo a reencuentros dibujados en nostalgias.

Por aquel entonces, olvidadas las ilusiones y los sueños quedaba romper con el ajuar, los símbolos que la trasladaban a los recuerdos, tal vez sea imposible- se dice-  mientras repasa con las puntas de los dedos lo que durante algún tiempo fue lo que mas ansiaba... rotos los recuerdos la necesidad se perdería en el horizonte y el olvido.


Y de todo, hubo algo que quedó,  la caja de pinceles... recuerda como la hizo, la calidez de la madera que ensambló y lijó hasta dejarla suave al tacto; los colores que eligió,  el plata, brillante para el fondo y un azul intenso y profundo para la capa superior , después fue conformando los dibujos con un fino instrumento con el que arañaba suavemente, primero  fue una luna  a la que rodearía  de estrellas, fueron tantas como infinitas hay en el cielo y por último, los barnices y sus brillos.

Siempre pensó que dentro de aquella caja se encerraban las ilusiones, fue la única que se  libró de aquel desahucio impuesto, abandonada eso si, encerrando dentro de ella la posibilidad de estar alguna vez repleta de sueños por cumplir.

No había escrito porque no me ato a los objetos o al menos eso creía. Anoche leyendo algunos relatos, uno me hizo recordar que mi negación no es más que el olvido voluntario de algo que permanece porque yo así lo quise.

La he buscado necesita arreglos el tiempo y el olvido hicieron su trabajo, pero ha regresado justo cuando debía ser,  porque vuelvo a perderme en la suavidad del trazo, en el brillo de los colores y en la calidez de los momentos... 

Matices

Mas objetos perdidos en el Blog de  Sindel