-¿Escuchas el silencio?
- No empieces el silencio es eso, silencio.
-No, el silencio siempre está condimentado, ¡agudiza tus sentidos!...
-Sí, como un buen plato, ¿sabes? eres absurda..
el comensal sería solo uno,
en la cocina, los platos rotos,
las marcas del abandono,
el descuido...
Mesa, mantel, ¿para dos?,
miró al silencio de soslayo,
desdén en la mirada...¿adivinas?
agacha la cabeza, el plato vacío...
Cerró sus ojos, agudizo su olfato,
y saboreo aquel silencio,
Regustos a madera vieja,
con notas de acidez,
transformadas en dejadez.
El olor a rancio,
dejaba entrever mensajes,
el castigo del olvido,
con regusto a silencio,
era el condimento esencial...
Matices
huele especial el silencio
ResponderEliminarsu tacto es especial. Sólo es necesario un alma que sepa ver con los ojos ecrrados
Yo creo que el ser humano huye del silencio, siempre hay algún sonido acompañando
ResponderEliminarUn beso
En algun momento todos buscamos ese silencio, pero cuando este viene impuesto si que tiene olor y sabor rancio.
ResponderEliminarUn abrazo Matices.
Hay silencios que hace daño incluso en el interior, son aquellos que ocurre cuando estas con una persona y lo sientes lejos...otros los mas bonitos son los que busca silencio para acallar tu interior revuelto.
ResponderEliminarPrimavera
Mis silencio, normalmente se han constituido ante todo en espita de mis pensamentos en voz alta. Luego, subitamente estos se apagan y ha aparecido la luz del sol través de unas cortinas.
ResponderEliminarLa oscuridad, por lo demás está ar llena de sombras.
En cuanto a los olores, me gsutaba gustado que hagas hecho una mención a alguno de ellos.
¿Me gusta o no me gusta a mí lo rancio?
Tésalo
A veces el silencio te puede decir muchas cosas. A mí me gusta el silencio que yo busco, ese es el que me cuenta cosas, el otro, cuando estando acompañado hay silencio a tu lado, ese no lo quiero, ese suele hacer más daño que las mismas palabras. Besitos.
ResponderEliminarMuy bueno el cuadro de inicio.
ResponderEliminarme molesta el silencio cuando dura mucho. Los silencios cortos son necesarios para valorar que no necesitamos tanto ruido todo el día.
Besito.
Mentiria si dijera que no me gusta el silencio. Hemos pasado muy buenos ratos el silencio y yo.
ResponderEliminarPero a veces el silencio puede ser muy dañino, fundamentalmente porque en esa atmósfera de silencio, somos nosotros los que conversamos con nosotros mismos y eso no siempre es satisfactorio.
Un abrazo.
Me gusta el silencio, cuando ya no hace falta hablar y se está bien con uno o con el prójimo. Ese silencio rancio del que hablas, seguramente hay que romperlo, con un llanto, con un desahogo, con un volver a comenzar.
ResponderEliminarun abrazo.