Des ata- me...
Vuelves a atar mis manos a tu pensamiento,
dándole otra vuelta a mi condición.
La piel vuelve a mudar,
durante unas horas será frágil
al roce del nudo en la seda.
No hay dolor donde no hay corazón...
En el baile de los malditos
muestro el contoneo en el límite.
La desnudez de las pieles
no tiene reflejo en la oscuridad.
Posesión en cuerpos que comulgan...
No hay dolor donde no hay corazón
Traspasemos el muro de las lamentaciones
exhalando los efluvios del placer
que nos regala el juego impuesto.
No hay reglas en la dimensión desconocida
llamada curiosidad...
No hay dolor donde no hay corazón
matices
Vaya manifiesto, es intrigante. Un abrazo
ResponderEliminar"No hay dolor donde no hay corazón", me encanta esa frase, por eso a los nuestros los tenemos exiliados?, los tenemos?, sin embargo amiga mía, todo juego tiene sus reglas, no se puede jugar sin conocerlas, las reglas son imprescindibles si son dos los que juegan, solo se puede hacer trampas en el solitario. Miles de besossssssssss
ResponderEliminarTal vez la mejor manera de pasar a otra dimensión.
ResponderEliminar=)
Un original planteo.
ResponderEliminarMuy original y intrigante. Dicen que la curiosidad mató al gato. En esta ocasión parece gustarle lo desconocido.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy lindo poema! Con tus palabras me trasladas a otra dimensión.
ResponderEliminarUn beso!
Me parece precioso, insinuante y muy sensual...creo que me gusta esa dimensión.
ResponderEliminarLa música y la foto muy bien escogidas.
Enhrabuena!
Besos
Cierto es, que la curiosidad, es capaz de empujarnos a mundos distantes, y hasta trasladarnos a una dimensión desconocida... y tal como lo expresas, creo que vale la pena correr todo riesgo. Un poema lleno de sensualidad!
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Guaaauuuuu!! has estao sembrá amiga. ¿Que dimensión es ésa que me hace cerrar los ojos?
ResponderEliminarUn abrazo
Mientras los dos estén de acuerdo en ese juego, soy de las que piensa que entre las cuatro paredes de la intimidad no hay límites, si es para encontrar cosas nuevas y buenas entre las personas que lo habitan.
ResponderEliminarMuy original el enfoque que le diste al tema, una dimensión que se puede ir descubriendo desde otro plano.
Un beso.
Una dimensión muy sensual, donde no existen las reglas. Cuán hermoso es tu poema, Matices. Y la canción, buen complemento.
ResponderEliminarBesos y gracias por acompañarme.
La dimensión de la sensualidad y el juego de las emociones puestas al servicio del placer. Hay instantes en los que parece que las reglas desaparecen y quedan solo las sensaciones.
ResponderEliminarBien expresado tu texto, y es precioso.
Un abrazo.
No hay dolor donde no hay corazón " Fascinante tu dimensión...Llena de deseos y placer...Espero que ese corazón que no existe, sea capaz de resbalar ante los recuerdos cuando lleguen.
ResponderEliminarBesos guapisima. Cuidaté mucho y disfruta mucho más.
Bonita y certera frase: No hay dolor donde no hay corazón. Y así rodamos por el mundo dejando partes de él en cada momento. Me encantó. Un beso
ResponderEliminarNieves, no hay dolor donde no hay corazón,... es posible que tengas razón cuando aseveras eso, sin embargo, pienso que es muy difícil hurtar el corazón y dejarlo al margen de lo que pueda acontecer en esa dimensión desconocida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
No hay dolor donde no hay corazón, pero tampoco amor y eso si que es fuerte.
ResponderEliminarMe encanta leerte en versos.
Un abrazo grandote.
La razón también duele cuando le dan con la zapatilla de la desmitificación... :))
ResponderEliminarUn beso, compi. Cafelito?
Tus palabras llenas de curiosidad, sensualidad y certeza son siempre bien halladas y leídas con mucho cariño. Me alegro de que continúes por aquí, esta vez he sido yo la que he dejado bastante apartado todo este universo bloguero. Felices fiestas y no dejes de escribir, siempre es un placer leerte y saber de ti a través de tus palabras. Espero que estés muy bien.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Quiero sentir dolor porque quiero que haya corazón.
ResponderEliminarUn beso.
El amor duele. Y duele todo cuando se trata de un ser sensible.
ResponderEliminarPrefiero que me duela, es estar vivo.