Busqué en el inmenso azul de los sueños...
¿Alas de mariposa?, fue el regalo que mi padre me hizo cuando cumplí los dieciocho. Me costó unos años descifrar esa regresión que achaqué a un ataque ñoño y sin sentido de un adulto cabal...
Ante el espejo me las puse esa misma noche. Saqué a pasear a la niña que seguía en mi interior. Y sin pretenderlo ese momento formó parte de mis secretos de alcoba, tal vez si lo pienso, fue el primero. Se encuentra entre mis recuerdos como un símbolo, el regalo más bonito y preciado, mi libertad. Así lo interpreté...
Los años han pasado, me encuentro haciendo la maleta. Deshaciendo los días y doblándolos para que encajen en un espacio tan pequeño como es el que me solicita la compañía aérea. Inicio un viaje para perder la esclavitud genética a la que me siento sometida hace años. Ante el espejo se encuentra aquella mariposa que ha crecido en madurez, pero que conserva aquellas alas brillantes y coloridas que hoy vuelven a adquirir significado.
Rumbo a mi destino, desde la ventanilla observé el azul. Intenté interpretar el paisaje, darle cabida en mi imaginación a aquel espacio inmenso donde solo dejan llevar un menudo equipaje. Las nubes que moteaban el cielo no me hacían presagiar nada bueno.
El diagnóstico no fue el deseado, aquellas pruebas a miles de kilómetros solo confirmaron lo peor. De vuelta a casa decidí que me sentaría en el alerón de aquel avión que me llevaba de regreso para que la brisa y las nubes me acariciaran en aquella predestinada travesía. Y soñé en el inmenso azul... ya no deseaba la ansiada libertad tan solo el abrazo protector de mi niñez.
matices
Más regalos para pasar un ameno jueves en El Blog de Gaby, "Mis letras insomnes"
Es difícil el desapego, liberar las propias alas y echarse a volar para establecer distancias. Madurar, crecer y tomar conciencia de ello, puede ser una dura labor. Seguro no era el momento, y a veces, hasta cuesta saber si algún día llegará. Ese regalo paterno de unas alas de mariposas, me pareció de una significancia y una ternura total.
ResponderEliminarPrecioso vuelo le has dado al regalo! Gracias por tu compañía!
Besos:
Gaby*
El "el inmenso azul de los cielos" te llevó a encontrar un muy simple relato semifantástico Matices.....
ResponderEliminarMe ha encantado la imagen que creas al describir la forma de hacer la maleta. en sí todo el relato está lleno de imágenes que estimulan el pensamiento.
ResponderEliminarUn abrazo
No creo que exista mejor regalo que esas alas de mariposa, me emocionó tu relato de principio a fin, dicho con suavidad, contado desde el alma, con un final que estremece el pecho.
ResponderEliminarTe felicito por este texto maravilloso.
Un beso.
Me puse triste.
ResponderEliminarUn abrazo.
No cabe duda Nieves de que tu padre te hizo un hermoso regalo. Todo un símbolo de adquisición de la libertad esas dos alas de mariposa que pienso siempre han sido brillantes para tí. Tres cosas hay en tu relato que me dejan pensando amiga mía. Esa esclavitud genética, ese resultado no deseado de unas pruebas y esa necesidad de sentir, por encima incluso de la libertad, ese abrazo protector de la niñez.
ResponderEliminarSi te sirven, mis brazos son enormes. Un beso.
Es tan bello como lo dices...y sin embargo es sumamente triste.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
No hay que perder El Niño que llevamos dentro y esas alas son la clave
ResponderEliminarTremenda inspiración te sugirió la imagen. Alas de mariposa desde la niñez hasta el último ensueño. Me dolieron tus intesísimas palabras, pero encierran, vistas desde ese avión, un vuelo indeterminado, asumido y mirada atrás a modo de paracaidas. Lo bien que escribes, dulce Matices, te felicito y te regalo mi primer beso del año con todo cariño.
ResponderEliminarUfff que melancólica me dejas con tu relato, esos días y noches de un ávida dobladas como si fueran ropa y esos malos diagnósticos...esa niñez que nos envuelve... Bellas palabras, eres una maestra.
ResponderEliminarMe identifico con tu relato, acabo de cumplir los 18 y siento esas alitas (aunque invisibles) aleteando en mis espaldas. Me queda la incertidumbre si realmente levantaré vuelo algún día o me ocurra como a la chica de tu historia.
ResponderEliminarMe encanta como escribes! Un beso!
La imagen te ha inspirado una manera poética de esta historia tan nostálgica, importante, valerosa, como la libertad de las alas.
ResponderEliminarEsas alas mariposas que quieren ir hasta el abrazo de la niña.
Precioso!
Un abrazo :)
Buen binomio... la imagen y la imaginación.
ResponderEliminarEl resultado, un texto perfecto, literalmente emocionante y de contenido evocador.
Abrazos.
No es casualidad...a mi tambien me regalaron unas alas de mariposa. Pero tu eres mas valiente. Yo no me he atrevido a pasar del espejo.
ResponderEliminarSigo buscando el abrazo.
A ti, te dejo dos.
Qué belleza! Después de tanto volar, imaginar, llegó a la conclusión de que no perder la memoria, tener presente el pasado y no olvidar lo que te hizo crecer es el mejor medio o el método perfecto para fantasear y vivir con cierta ilusión. Me ha encantado.
ResponderEliminarun abrazo :))
Emociones encontradas, liberación y retorno...¿dónde hallar mayor prrotección que entre los brazos de quien nos han permitido crecer?
ResponderEliminarHermosa historia!
=)
Debe ser una sensación común ese deseo de descabalgarse del mundo para volver al comienzo. A lo mejor se puede, no lo podemos saber, ocurriría en otra dimensión.
ResponderEliminarMuy buen relato, con esas pinceladas que dejan ver tantos matices.
Besos.
A veces, por circunstancias de la vida las ansias de volar se transforman en ganas de volver a lo conocido, a lo querido...Lo has relatado muy bien.
ResponderEliminarUn beso
Me encantó el regalo de las alas, también es verdad que el final me dejó triste, pero te has deslizado tan suavemente durante el relato, que el paso de la alegría a la tristeza también fue suave, y es más, estoy segura que esas alas la ayudaran mucho a la hora de emprender el último viaje. Un besote preciosa.
ResponderEliminares una historia impresionante, donde no cuentas los detalles, pero nos vas dando una idea exacta de lo que siente el personaje, nos hace sentir traslúcidos, como si nuestra vida sólo fuera un trozo de papel arrugado, que nuestros problemas son sólo eso, problemas, que la mayoría de gente tiene una catástrofe que enfrentar, que lloramos en un simple vaso de agua, desearía estar en ese avión, y animarme a trepar en ese alerón para sentir el aire al lado de aquella persona que es simplemente un héroe...... como siempre, tus relatos me macan por todo un día, ya mañana seré de nuevo yo otra vez..... besos!!!!!
ResponderEliminarHas dado vida y lustre a la imagen, con un relato que sensibiliza.
ResponderEliminarGracias por corresponder con el regalo!!!
besos, mi arma!