EL sol arranca despacio y seguro hacia su recorrido. Los colores del firmamento enamoran a quien pasea por la playa, mañana hay cambio de estación entra el invierno y ni las temperaturas ni el cielo predicen mal alguno...
Él, trotamundos de la vida, paseante de caminos inventados, bohemio solidario de arte subyugado. Alguien le dijo que el veintiuno de diciembre el mundo se terminaría..., hoy podría ser el último atardecer. Busca referencias de un lugar que creía olvidado; pues sus pasos partieron e hicieron distancia con aquellos lares hace años. A medida que avanza todo le es conocido pero los cambios son evidentes, había dejado de lado lo cercano lo que desde pequeño fue suyo...
Ella, bailarina de puntillas desgastadas, soñadora de deseos incumplidos, artista de pasos quebrados. Le dijo a alguien que el mundo se acabaría el veintiuno de diciembre... Le gusta la libertad que le da el entorno, juega con las olas, y se deja acariciar por la fria espuma en la orilla que eriza su piel, busca sensaciones. Su sonrisa brilla en su rostro y hace juego con los rayos del sol. Abre sus brazos esperando el abrazo cálido del mismo.
Él la observa, le recuerda a esos animalillos salvajes que corren a sus anchas y juegan en el espacio sin parecer que nada les afecte... interrumpe su observación y le pregunta.. -¿Crees qué el mundo acabará mañana?-
-¿Qué mundo? ¿el qué tú ves, el qué defiendes?... Yo tengo otro mundo en el que los sentidos se agudizan, en el que no veo lo que acontece porque no hay traducción visual, mi mundo no termina... seguiré en la oscuridad.
-Tienes la habilidad de llevar los temas hacia donde crees que nadas bien -le recrimina él.
-No, hay otra visión y te la muestro, o prefieres no disfrutar de lo poco que tienes y pensar que el mundo se acaba en plural, cuando tan solo es un detalle individual... si lo deseas podemos hablar de referencias históricas, o mejor... ¿el mundo pluralizado cuántas veces ha acabado?-
-¿Se puede saber a dónde quieres llegar?, está claro, hay cosas que no cambian en el tiempo, siempre pesa más tú visión- el tono cambiaba y ella abre sus ojos y le dedica una sonrisa...
-No, soy ciega y pude conocer lo que es que se acabe el mundo para luego aprender a observarlo de otra manera. Tuve que entender que la vista no era "mi vida". Mi libertad individual se disolvió en dependencias para luego iniciarme en otro inició, la carrera de aprender a sobrevivir con... ¿llamémosle una merma?, pero... puedo ver, a través de tú miedo, de los sentimientos que se generan, de la lástima infundada... Acaso ¿la tierra es plana?, ¿Colón entendió que la tierra es esférica o ya lo sabía? son diferentes momentos, ¿especulaciones o intereses creados?... Pitágoras, Copérnico, tantos y tantos que teorizaron y a nadie le interesó, ¡¡claro!! había que hacer creer al pueblo llano que el fin del mundo existía y podría llegar... es cíclico y repetitivo.
Él, indignado, le responde...-Yo he podido ver el caos de la pobreza, la muerte por inanición, la falta de agua para simples rutinas como la higiene, existe un mundo cruel que se ceba con seres humanos como tú y como yo... ¿y la guerra?, ese es nuestro presente y aunque tú no lo veas hay un mundo que se nombra en "plural" y que agoniza, no sé, me da que lo ves todo mediatizado...
-¿Eso crees?, no me he movido de aquí en años, eso es cierto, y tu has venido ahora pensando que este es el lugar, justo el día antes de que acabe, supuestamente, el mundo, ¿qué necesitabas, una excusa?. Si mañana el mundo no acaba, todo seguirá igual de manipulado y "todo" nos incluye a ti y a mi. Los pobres seguirán siendo pobres, tú seguirás buscando tú sitio y yo seguiré siendo ciega. El fin del mundo no cambia nada, solo inquieta el interior de quien busca excusas...
El silencio se hizo entre ellos, el sol iba bajando poco a poco, él lo observaba y ella ofrecía su tez al rey astro para que la caricia de sus rayos fueran contándole que poco a poco la luz del día se termina...
Ella le dirige su gesto a él, le coge la mano - y le dice- Te necesitaba y el fin del mundo podría ser una excusa para que vinieras aquí donde nuestro "mundo" permanece.
Él la mira y le devuelve una sonrisa que ella, tal vez, nunca podrá ver.
Él la mira y le devuelve una sonrisa que ella, tal vez, nunca podrá ver.
Matices
Para los nostálgicos un "Because" más conocido tiempos atrás... pincha aquí
Si quieres vivir experiencias en, sobre o por el fin del mundo, pasa al Blog de San y ella te mostrará los caminos
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En casa ser hay un mundo En cada día una Creación una omega a la vuelta de cada esquina. El cosmos también puede ser un ente palpitante con vida propia principio y final. Mientras nada cambia para que todo sea diferente cada día
ResponderEliminarElla que nada ve lo ve todo, el que todo lo puede ver no ve casi nada, Un fin del mundo en plural o en singular, buena forma Matices de definir. !que pena que ese final sea lo que hace que se acerque a ella! !cuantos días perdio antes!.
ResponderEliminarY con cada noche muere el día.
Un abrazo
Si de veras llegara el final, o el inicio de un nuevo mundo, sin duda ese se refundará en el amor. de otro modo sería insostenible.
ResponderEliminarHermosa historia.
Un abrazo.
Dos posturas, dos versiones que nos ofreces muy "matizadas", una nihilista, racional y visceral en los placeres inmediatos, sutiles, la otra tocando de pies en el suelo, comprometida, angustiada, dudando.
ResponderEliminarA lo mejor nada cambia, pero todo se mueve, lo decía Galileo, habrá que empezar por buscarnos y conocernos a nosotros mismos antes de asumir cualquier fin del mundo en el sentido que sea, incluso el íntimo.
La opción de ella me parece llena de certidumbres irrebatibles, al menos para ella, puesto que la verdad suele ser muy diversa y contradictoria, la de él no se conforma, se indigna. Lástima esas sonrisas invisibles.
Un relato que me hecho recapacitar, he gozado de tu escritura. Besitos.
con tu permiso, nieves, digamos que ya pasé por acá...digamos que cual sombra sin ruido, que cual elemento humano pequeñiíito, como dice alguien, ya pasé por acá, también en forma de premura...esa forma que consiste en decir mándamé el texto, digamos que ya pasé por aquí como sin hacer ruido,pero atentamente, con los cinco sentidos puesto al servicio de la lectura...digamos, maldita sea, que la música se ha puesto sola y que en esta no-segunda-visita-pues-no-estoy-acá-escribiendo-que-es-otro, la música me ha ENCANTADO..¡y debe de ser el día lento y en cierta manera mágico que me impele a que la música esta me guste o simplemente quizá sea debido a que es buena..
ResponderEliminarmedio beso...¡aunque no sé cómo se dan los medios besos sin haber pasado por acá!
La existencia de dos mundos: Uno plural, escenario en el que todos nos movemos y otro particular para cada uno de nosotros. Incluso, como en el caso de la protagonista de tu historia, Más de un mundo, el que le permitía la luz y al que accede desde su oscuridad. Bajo esa óptica, en cada instante nacen y mueren mundos nuevos o caducos.
ResponderEliminarPreciosa historia, Matices.
Un abrazo.
A cada uno le finaliza su mundo en un momento de su vida. Muere tu amor. Quiebra tu banco. Pierdes la vista. Quedas paraplégico...
ResponderEliminaro lo que es peor, mueres en el momento de nacer o de hambre apenas haber abierto los ojos.
¿De qué mundo hablamos si la mayoría no llegan ni a verlo y a nadie importa?
Y a quienes nos importa llegamos donde llegamos.
Un beso y mi enhorabuena por el texto.
El fin del mindo es, para cada uno, el día de su muerte. Es posible estar aqui y en minuto desaparecer y con esa desaparición acaba todo. Creo que somos demasiado convencionales y nos dejamos seducir por leyendas y miedos que nos impiden vivir plenamente el momento.
ResponderEliminarSi se acaba el mundo, como ya he dicho en el blog de Marsá, se acaban también los problemas.
Somos muy pequeños, desgastados y simples.. Un soplo de aire nos hace caer y una lluvia torrencial nos ahoga. Vivimos y morimos, el trayecto es lo que cuenta,pero no hay que vivir pendientes de cuando y como se acabará el trayecto.
Un abrazo
ya dice el refrán, "Nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con que se mire" cada uno vemos las cosas de una manera, que nos parece objetiva; pero en cierto modo es subjetiva. Donde unos ven el fin del mundo, otros ven el cambio de ciclo o el fin de la vida para nosotros.
ResponderEliminarEn fin, un tema complejo
Un abrazo
Que bueno que esos dos mundos diferentes de cada uno de los protagonistas se hayan encontrado y formen un mundo nuevo compartido.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu relato.
Un abrazo.
Brillante. Contrastes y divergencias sobre lo trascendente y lo cotidiano. Al final siempre la duda de unos y la firmeza de otros y para atar... el Amor.
ResponderEliminarCon él, siempre se desdramatiza y todo es más accesible.
Muy bueno Nieves.
Besos
Mientras no se acabe el amor,el mundo sobrevivirá siempre. El amor es la fuerza más poderosa y la medicina más efectiva.
ResponderEliminarBesosss
El matiz esta en el mundo interior de cada uno, ese es el que a veces descuidamos y termina finalizando antes de tiempo.
ResponderEliminarHay muchos mundos y muchos mas finales
un beso.
P.D. una preciosidad el grafico de la cabecera
El final de dos mundos individuales que se buscan al final,el "perro flauta" quizás ha perdido mucho tiempo ya,espero que en ese mundo que comienza para ellos...sean felices.Me encantó como siempre tu historia.Un beso grandote Nieves.
ResponderEliminarPor cierto, una maravilla el cuadro de Javier que has elegido para la cabecera.Otro beso.
ResponderEliminarMe haces reflexionar sobre dos mundos, el propio de cada ser, el interior y el que nos rodea....Muy bonito. Gracias.
ResponderEliminarEs como adjetivar el video, la voz, el tema musical, la versión, el giro... No hay forma. Cómo adjetivar tu relato entonces?
ResponderEliminarEs un placer para los sentidos, algo que podría leer y meditar mientras el mundo convencional se acaba.
Besos Nieves, una belleza lo escrito.
el fin del mundo... el fin del propio mundo podría ser incluso hasta una sola palabra, el del resto incluso también. Me gustan siempre los enfoques originales que das a los temas y mira que este de terminarse el mundo tiene poco enfoque.
ResponderEliminarUn beso enoorme, por si las profecías fallasen XD
Me encanta el enfoque de tu relato. Cada segundo se acaba el mundo para alguien, y no precisamente porque se muera, pero puede partir antes de tiempo alguien que adoraba, o pierdes tu casa, tu trabajo, o algo a lo que yo le doy una importancia tremenda, la vista, perderla, después de haber disfrutado de las bellezas de nuestro mundo, eso si que es un fin del mundo, pero tampoco, las personas se acostumbran a ese mundo de sombras. Somos nosotros los que vivimos siempre asustados por el mañana, así se nos pasan los días tan rápido que ni nos enteramos.
ResponderEliminarComo siempre me voy contenta después de leerte. Besitos.
Por dar un calificativo: sublime. Entro en el relato y me identifico con él y me encuentro con ella que me da una de esas lecciones que de vez en cuando nos da la vida, el mundo del sentimiento al de la razón.
ResponderEliminarMuchos momentos mágicos. El final, estremecedor.
Besos amiga.
Preciosas historias de amor que nos traes siempre mi querida amiga, porque en el fondo lo es. Lleno de nostalgia y de anhelo por el disfrute, de reconocer lo que no ha sido pero que puede ser.
ResponderEliminarElla bailarina de puntillas desgastadas...es sensacional.
Felicidades
¿Cuantos finales de un mundo pueden existir?, sin duda tantos como personas lo habitan. Cada uno en su propia vida y sus pequeñas desgracias y/o vivencias siente, cuando se aproxima algún final, lo que su vida ha dejado como huella en el mundo que ha dejado atras.
ResponderEliminarCuando alguien padece una discapacidad siempre intenta suplir esa carencia asumiendo la vida de manera diferente.
Es algo que se.
Ha sido un relato diferente y hermoso. Me ha gustado mucho.
Un abrazo
Otros sentidos le dejan ver, le muestran lo mas sensible de un mundo, donde se termine o no, pasamos muchas mas veces de largo que reparar en las pequeñas cosas importante.
ResponderEliminarMe ha gustado tu texto.
Un abrazo!
Existen muchos mundos, pero todos están en este; cada persona es un mundo y es imposible mezclar agua y aceite.
ResponderEliminarPor una convivencia sostenida.
Genial vecina.
Besos mundanos
Aunque ya conocía de viva voz la idea y el final del relato, o más bien por ello mismo, venir a leerlo era una tentación demasiado grande y leerlo gratificante como haberlo oído de tu voz con una cervecita en la mano, precioso te ha quedado, no puedo decir otra cosa y ahora que conozco a la persona a parte de la genial escritora, me gustan más tus relatos, miles de besossssssssssssssss
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