Desde aquel oscuro lugar donde aloja sus recuerdos, abre a diario una imagen que no desea olvidar.
-Algún día, sí, algún día- se repite constantemente...
Sus rutinas son siempre las mismas, se puede decir que ya definitivamente conforma parte de ese mundo industrializado y robótico con el que hace años firmó contrato.
El habitáculo experimental donde vive carece de luz natural, de color, el espacio es relativo no llega a mas de quince metros, eso sí... tiene todas las comodidades "a mano" .
Se enfunda ese mono de trabajo, aséptico y desinfectado, que a diario le ofrece un cajón sin fin, donde están todos metidos en bolsas de unidad. Al lado otro cajón, el de "los desechables", vuelve atrás en el tiempo y recuerda su casaca azul para el invierno, siempre la misma, que le calentaba el cuerpo y a veces hacía de soporte vital para su frío corazón, cuando le embargaba la nostalgia...
Cogía una cápsula del dispensador, donde se lee biodegradable, busca el aroma a café que inundaba su casa.. la pone en aquella cafetera imposible de mirar y espera, pero no, el aspirador de olores no deja que sus pituitarias recojan un solo rasgo de aroma.
Es cuando abre su libro virtual, el interior y decide volar... son solo ciento veinticinco metros por encima de su cabeza, olor a tierra húmeda, a raíces, cuando ya logra respirar puede observar, el paisaje de los verdes mezclados, en aquel cerro imposible que a veces si había nubes costaba adivinar su dibujo troquelado entre celestes y recortes de verdes.
El cielo, el agua regenerante y sus sonidos tintineantes, los habitantes de la naturaleza y su cantar disonante y arrítmico. Todo ello le lleva a imaginarse hundido en esa manta verde de hierba, rozando su cara en caricias provocadas por el viento, y se deja ir. De momento un escalofrío, sube los cuellos de su casaca y cruza sus brazos protegiéndose de la sensación de nostalgia.
Despierta de su lectura ensoñada, prueba el café, regusto a metálico y sale por la puerta, en el espejo puede observar su mono de trabajo, en él inscrito "PR566". Y como un acto reflejo se dice asimismo, me llamo Fabio, se resiste y piensa que sería imposible, sin esa foto real que navega por su memoria, seguir en ese mundo en el que ahora vive.
Matices
El cielo, el agua regenerante y sus sonidos tintineantes, los habitantes de la naturaleza y su cantar disonante y arrítmico. Todo ello le lleva a imaginarse hundido en esa manta verde de hierba, rozando su cara en caricias provocadas por el viento, y se deja ir. De momento un escalofrío, sube los cuellos de su casaca y cruza sus brazos protegiéndose de la sensación de nostalgia.
Despierta de su lectura ensoñada, prueba el café, regusto a metálico y sale por la puerta, en el espejo puede observar su mono de trabajo, en él inscrito "PR566". Y como un acto reflejo se dice asimismo, me llamo Fabio, se resiste y piensa que sería imposible, sin esa foto real que navega por su memoria, seguir en ese mundo en el que ahora vive.
Matices
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Vaya! parece que sin proponérnoslo, las dos hemos coincidido en enfocar el tema de este jueves desde un punto de vista futurista y poco alentador...ojalá nos equivoquemos en lo que nos depare el destino! jejejejee
ResponderEliminarUn abrazo.
No es un tiempo lejano el que nos ofreces, yo lo veo cada día más cercano....
ResponderEliminarLos tomates ya no huelen a tomates. Afortunadamente, el café todavía me huele a café.
Besito.
Soñar la natura vestido con el mono azul, desde la nada absurda que no es nada inverosímil.
ResponderEliminarAterrador y triste relado, querida Matices.
Besitos.
Cada vez el mundo es más como el que formidablemente describes. Los centros de trabajo, también los comerciales, de ocio, centros públicos. Cambian sol por neon, aire por climatización.
ResponderEliminarMe encanta el relato, lleno de frases memorables. Y me encanta la música.
Que no se pierda el recuerdo de la naturaleza.
Besos.
Esa ausencia de paisaje que pintas tan extraordinariamente bien, me recuerda a novelas como: Dune o Un Mundo Feliz. Lamentáblemente cada vez estamos más cerca. Es excesiva la presión que los humanos estamos ejerciendo sobre la Naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
no quiero
ResponderEliminaryo no voy a ser un código tambien tengo un nombre.
Gran Hermano no va a dirijir mi vida,
Al menos veo que no seré el único rebelde
Un relato futurista donde al personaje solo le queda sostener esas imagenes para acercarse al ser humano que fué.
ResponderEliminarcariños
Es aterrador que se pueda llegar a esta situación, me niego, el día que yo no vea verde me fugo.
ResponderEliminarPetonets sin matices , llenos de cariño
No, no quiero un mundo así, espero no verlo, ni "disfrutarlo", me gusta el olor a hierba recien cortada, me gusta el olor a lluvia que trae el viento, me gusta mi nombre, no quiero ser BX8955.Me dió escalofrios el relato tan maravillosamente narrado.
ResponderEliminarUn abrazo Matices, sin códigos de barra
Esperemos que podamos disfrutar muchos años de la naturaleza; porque vitualmente, aunque con aromas y olores impostados así como imágenes, no será lo mismo, por mucho que la imitación sea como la misma naturalezo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me imagino a ¨Fabio un individuo de origenbcampesino, convertido en un urbanita extremo
ResponderEliminarSerá probablemente un preso en su celda.
El verde, pero también otros colores como azul o blanco, lo percibo como desahogo a mi laberinto, uno que yo ciertamente tejo.
Tésalo
La naturaleza se extraña, aun los que no vivimos en un ambiente tan aséptico y robotizado como el del protagonista, la extrañamos. Imagino que el tipo siente una nostalgia dolorosa por su vida anterior, pero el deber o el dinero son mas fuertes.
ResponderEliminarEl aspirador de olores sin embargo no está nada mal, donde se consigue?
:P
Un abrazo
Da miedo pensar en un mundo así que tu relato pinta tan real que da escalofríos. Me repito: me llamo.... y continuo el día, por lo menos mantengo mi identidad.
ResponderEliminarbesos y abrazos matizados
La rutina contrapuesta magistralmente al ansia de escapar de lo que se tiene, anhela y desea algo que no es posible pero que su fantasia de la cada día.
ResponderEliminarMagnifico, amiga
Un beso
Una imagen terrorifica que solo veamos la belleza de la naturaleza por internet..uff no me gusta nada...cuando es mi mejor relax y que busco casi todos los fines de semana.
ResponderEliminar"cruza sus brazos protegiéndose de la sensación de nostalgia."""" ¡¡¡toma ya, qué frasecita más chula, matices...
ResponderEliminarotro comentario: has visto la foto desde abajo, desde el futuro también. ello quiere decir que tu imaginación es amplia. toma ya¡¡¡¡
otro comentario:
el otro día escuchaba que en una ocasión la ciudad de l.a. sufrió un apagón prolongado. escuchaba que el planetario de esa ciudad comenzó a recibir llamadas...decían esas llamadas que en el cielo habia algo extraño. y fueron necesarias muchas llamadas para que los dle planetario se dieran cuenta de que hablaban de LAS ESTRELLAS. así le puede suceder a fabio, así le puede suceder a un urbanita, así puede que les suceda a nuestros nietos: que se sorprendan de la naturaleza que no conocen..ya sé que fabio siente nostalgia--
medio beso, matices.
Genial descripción de un mundo que amenaza de cerca. La duda está si este colectivo de intereses tan marcados, cederá adaptándose a lo que le echen o reaccionará revelándose proponiendo objetivos más amables al ser humano.
ResponderEliminarBuen ejercicio literario-ficción.
Besos
Confío en que siempre exista un hombre capaz de liberar a otros hombres de la esclavitud, sea esta como sea. Tu relato nos advierte, como un faro en la lejanía. Feliz semana. Un abrazo.
ResponderEliminarMe encantó tu relato, pero no quiero esa vida, me aterra, quiero sentir el olor del mar, de las flores, sentir el frío y el calor, los aromas, que rico, curry, canela, café, no podría vivir sin ellos, ese aroma tan peculiar, el que tenía mi padre, y ahora por suerte lo tiene mi hijo, sin colonia, tiene un olor especial, el mismo que tenía mi padre, y que por fortuna a veces me hace pensar que él sigue a mi lado. Precioso Nieves, fíjate cuantos recuerdos hermosos me has traído. Besitos.
ResponderEliminarLas comas ..., a veces se pierde el hilo del relato, no es mala base, quizá un tema algo tocado ya, Mundo Feliz por ejemplo, es un libro que ya evoca dicha situación en la cual se gana tecnología y se pierde humanidad. No está mal
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