Mañana de octubre, el rocío posado en el verde de los arboles, los frutos del castaño, el almendro, conformando la alfombra donde llevo mis pasos, ya se empieza a notar el abrazo de la humedad de esos caminos. El sol penetrando por los escondrijos entre las grandes hojas que me cobijan y va evolucionando hacia nuevas recreaciones coloristas , entremezclandose con el carácter de la naturaleza muerta, conjugando una nueva armonía de colores, verdes, óxidos, calderas... cambiante paisaje, pero suave, aterciopelado, para acostumbrar nuestra vista a su ofrecimiento estacional... su calidez.
Ahora en casa, música... la lectura me lleva a la mecedora, la de la abuela, que incomoda era antes y que mía es ahora, me encanta leer balanceandome en ella, echar mi cabeza hacia atrás, meterme y vagar en mis pensamientos, sin fin, en ese acunamiento equilibrado, que me da...
Voy hacia la calidez del tiempo que llega, al fuego del lagar, al confort de las mantas, a los paseos de luz matutina, a mis lienzos imaginarios llenos de luz perdida y ahora esbozados en papeles amarillentos, y me lo trae el otoño.
Días de hogar y luces tempranas...
Matices
Ahora en casa, música... la lectura me lleva a la mecedora, la de la abuela, que incomoda era antes y que mía es ahora, me encanta leer balanceandome en ella, echar mi cabeza hacia atrás, meterme y vagar en mis pensamientos, sin fin, en ese acunamiento equilibrado, que me da...
Voy hacia la calidez del tiempo que llega, al fuego del lagar, al confort de las mantas, a los paseos de luz matutina, a mis lienzos imaginarios llenos de luz perdida y ahora esbozados en papeles amarillentos, y me lo trae el otoño.
Días de hogar y luces tempranas...
Matices
Tu entrada huele a castañas asadas
ResponderEliminarMe has transportado hasta allí!
ResponderEliminarBesos.