miércoles, 6 de octubre de 2010

Involución

Según estudios demostrados y me lo tengo que creer, el mundo gira… dicho así, que simple y contradictorio ¿no?, como este relato, que a mi no me deja impasible…

Pienso que a nosotros nos pasa igual, somos cíclicos, giramos alrededor de nosotros mismos, unos nos adaptamos, muchos buscamos caminos donde experimentar y otros simplemente se adaptan, con mas o menos criterio, de ahí mi relato, la historia de alguien que decidió involucionar…

Coincidía en el metro con una chica todas las mañanas, poco a poco, por la fuerza de la rutina nos fuimos conociendo, no más de lo que da un viaje de quince minutos y la impersonalidad de un lugar público, llevábamos dos años coincidiendo.
Un día no vino, la fuerza de la costumbre me hizo echarla de menos, pasaron dos meses hasta que volvió… en mi cara la sonrisa del reencuentro y en su cara marcada una profunda tristeza. Pasó tiempo hasta que un día me pidió mi teléfono, un viernes me llamó, quería quedar conmigo y tomar un café, no se lo negué, sabía que su interior estaba deseando mostrarse.

Venía en ropa deportiva, se la notaba cansada y de momento empezó a contarme intimidades desconocidas para mi, me hablo de la felicidad, de su vida plena, de sus proyectos, noté que hablaba en pasado de ellos y le pregunté, fue como abrir la “Caja de Pandora” y me relató su momento personal...

"Tengo pareja, desde hace unos meses le visito los viernes, le ayudo en sus ejercicios diarios, le resumo mi semana y le cuento algún chiste que me cuesta recordar y lo destrozo, antes del accidente se reía con estas "aventuras dialécticas", ahora impasible, sus ojos de mirada limpia perdida en el firmamento no me dedica el más mínimo gesto. Cuando lo miro veo que sigue girando alrededor de este mundo en solo "esencia", su cuerpo está inerte y atrapado en vida carente de sensaciones, en letargo.

Salgo de la clínica, siempre me voy a casa andando, hasta ahora la puesta de sol y el calor me acompañaba, ahora empezará el frío, la lluvia y la noche. Para mí los viernes y esos cinco kilómetros, son como un castigo impuesto. Al final me he adaptado, ya no lloro, al menos no lo exteriorizo, así empezaron mis paseos, intentando evitar que nadie viera mi pena, después fue evolucionando y solo era odio y falta de entendimiento, estaba enfadada con el mundo y ahora solo entiendo que debo digerir la situación, acaso, ¿es malo decir que no me reconforta venir los viernes? ¿Qué deseo terminar con esta situación?... Mi mundo es adaptación y ver como la persona que amo va degenerando, se llena de llagas, y su cuerpo se retuerce, sin ningún signo de dolor.

Lo siento, se que te resulto fría y se que no te importo, no me conoces, no me considero una mala persona, creo que tan solo soy humana y me duele “querer”, tengo mi conciencia tranquila. "

Nunca entendí esa justificación creo que necesitaba oírlo ella misma, yo nunca la juzgue. Hablamos horas…

Hoy, yo tengo un "testamento vital", fue un decisión voluntaria y no solo por mí, sería muy egoísta, es por los que me quieren, si me ocurriera algo, no me gustaría que vieran mi cuerpo carente de sensaciones, sentimientos y “mi esencia” levitar entre sus recuerdos.

Dedicado a alguien anónimo que me dejó sumergida en la más profunda tristeza, porque mantener la vida de quien mas quiere la ha condenado a su propia muerte interior.


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