miércoles, 1 de junio de 2011

Este jueves, relato. ¿Me darías una oportunidad para conocerte mejor?

Abiertas las páginas del paraíso del placer, piensa en la conquista del mismo, en caricias de cortesanas, dispuestas a mediar con camaleónicos Dioses mediáticos en acercamientos pagados con diezmos; buscando recoger el fruto de su propia soledad, en cestos hilados de fríos desencuentros.

A las puertas de la locura, de las idas y venidas de aquella imaginaria realidad donde el ego no tiene fronteras y el dinero corrompe la satisfacción de la divina inspiración, desnudose de todo mundo esclavista y rompió con la sinfonía de soledad comprometida que lo sometía en silencios tortuosos.

Viose así, buscador de oportunidades,  donde la realidad mediaba en lo que a los sentidos colmaban, descubriéndose...
-Solo quiero hablar- 
Ella, sentada en el diván que alimenta los "sin sentidos", dádiva de placer, a cincuenta euros la hora en los anuncios por palabras; siempre "la elegida", lo conoce, enlaza sus manos  a las suyas y lo escucha.

Matices

Conoce mas oportunidades en el Blog de Gus

16 comentarios:

  1. Buena descripción de lo que puede ser la maxima expresión de la soledad o del sentirse solo, ¿no te parece?
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Has hecho una descripcción atemporal...
    Podríamos leer esta historia en tiempos de los Grandes Imperios... (Hispano, Romano, Bisanzio, etc. como ahora en cualquier Empresa, como recompensa a sus "buen haceres"....
    Bien por la inventiva....
    Besitos

    ResponderEliminar
  3. Ella...lo escucha, no es poco.
    Un besito amiga Matices.

    ResponderEliminar
  4. Para que alguien te escuche, para dejarte conocer tienes que pagar. La soledad más absoluta, da igual si al salir de ese lugar, vuelve a una casa repleta de personas con las que compartes "vida" o si la casa esta vacía, él pagó para ser escuchado.
    Triste vida del que paga y de la que cobra.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  6. Al menos se daba a conocer y no había sorpresas, o sí?
    Cartera en mano uno y dispuesta a escuchar la otra...

    Un abrazo, amiga! Metáforas y alegorías para tí!

    ResponderEliminar
  7. a veces se compra la compañía no siempre la entrepierna

    ResponderEliminar
  8. A veces es difícil que alguien te escuche, estamos tan ocupados en nuestros problemas que no vemos más allá de nuestro ombligo.
    Muy buena descripción de los sentimientos de soledad.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Pagar para poder hablar con alguien ... eso si que es soledad. Ojalá ella lo escuche de corazón.

    Que tema Roxanne! Hermoso y eterno

    un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Un texto interesante, que moviliza que abre la cabeza y nos clava esa angustia de quien está solo, tanto como para pagar por ello. Son los tiempos que corren, donde la amistad, la familia se ha ido perdiendo en un infinito nudo de soledades que se cruzan y no se encuentran más que para confundirse mucho más.

    Me encantó tu nueva portada y por supuesto la música, eterna como dice Any.

    Besos

    ResponderEliminar
  11. uno dispuesto a escuchar al otro... sin dudas una relación perfecta... aunque en terapia ese rol cambia un poco y haya distancia... algunas veces...otras no tanto... da qué hablar esto eh! besos nieves!

    ResponderEliminar
  12. Anónimo6/04/2011

    Inmensa soledad la del que busca tan sólo alguien dispuesto a escucharlo. Soledad extrema la del que además sólo puede conseguirlo pagando por ello. Me pregunto qué circunstancias pueden llevarnos a esa situación.
    Tu relato es de ayer, de hoy, de siempre.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Anónimo6/04/2011

    sé que no tienes por qué saberlo si yo no te lo cuento. pero te digo desde ya que conozco gente, tan próxima a mí, como que no puede estar más juntita a mí, que compra a veces unas pocas palabras por un plato de lentejas...toma ya¡¡¡
    un beso mediano, matices.

    ResponderEliminar
  14. Te digo,
    iba leyéndote y cada vez me gustaba más. al principio, no entendía bien de que me hablababas. ¡Uf! ¡Qué soledad más absoluta! Pagar para que te escuchen!
    Me hace pensar en que a lo mejor el protagonista que salió corriendo de mi historia, se fue a buscar entre anuncios de periódico compañía como la que aquí comentas.
    Un abrazo, que nunca nos veamos en estas de pagar para que nos escuchen.

    ResponderEliminar
  15. Me has conseguido enganchar con tan pocas palabras y eso que como a muchos al principio no me enterba de que iba, pero el final es genial, aclaratotio, definitivo.
    Un beso

    ResponderEliminar
  16. Creo que lo mas importante es saber que alguien escucha pocos son los que lo hacen, y eso alivia mucho a esas personas que no tienen a nadie.
    Hermoso relato.
    Perdon por la tardanza en dejar comentario, el trabajo me agobia mucho estos dias.
    Primavera

    ResponderEliminar

Tu matíz...