lunes, 25 de febrero de 2013

Este jueves, relato: Saltándose la norma

Entró en el aula  evitando contacto visual con los asistentes a la charla que él impartiría, todavía no era la hora. Se dirigió hacia la ventana.  Aquel paisaje  en tono plomizo que observaba  se había instalado en su vida. 

Aquella noche de juventud y sus ganas de comerse el mundo le impidieron ver más allá de las razones que él inventaba a la carta para poder realizar sus ¿sueños?...
-Sueños- se dijo,  una palabra que ahora tenía otras connotaciones,  había perdido ese halo de alas de pájaro, y el color de la vida que chilla pidiendo al corazón más y se había convertido en una extraña alimaña que lo asaltaba cada noche  en forma de fogonazo imprevisto para después mostrarle el resto del escaso recuerdo,  las sirenas, el olor  a goma quemada, los gritos, todo era tan difuso.
El riesgo, lo prohibido, todo aquello que no era más que la parte equilibrada del mundo civilizado al que él le dio la espalda le había producido una indigestión de adrenalina desde esa noche.

Con su dedo quiso cazar esa gota presurosa que recorría el cristal de arriba a abajo, y sintió el frío y la prisa, - un símil más que añadir- se dijo.. 
-Siento todo lo que pasó, siento dolor, siento... siento... -pero ya no hay vuelta atrás, lo sabe y cada día se castiga y pide perdón a lo que desea olvidar, la parte de él que se resiente y no percibe.

Llegó el momento se aferraría a esas charlas, no podía rendirse, se giraría y  les contaría la parte no asumible de su historia. Mientras él leería en sus expresiones, sus gestos, e  intentaría ver la vida donde en muchos casos habría renuncias inconscientes a la misma. Sabía que se reconocería en la indiferencia que le muestren, eso le aterraba. Tomó aire y se dirigió a los allí convocados, tenía una hora para hacerles reflexionar.

-Buenos días, me llamo Juan, y soy parapléjico.  Mi médula quedó afectada por una necesidad absurda y evitable que me llevo a ir por una carretera en sentido contrario en una noche de excesos.  La vida me iba en saltarme la norma, en ser diferente, original, el mejor...

Matices

Un decálogo de normas por saltar y leer... En el Blog de Gus

27 comentarios:

  1. qué real, qué terrible
    saludos

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  2. Sí, hay forma distintas de romper las reglas. Una es ser trasgresor, ir contra lo establecido, defender el pensamiento propio, etc.
    Otra es correr riesgos absurdos en forma autodestructiva.

    Otro tema, ¿sabes si usaban algun color especial en la antigua Roma y Grecia.

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    1. Pues difícilmente te puedo contestar, no sé a que refieres, Demiurgo...

      Saludos!!

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    2. Me refiero a la ropa que usaban, los peplos, togas, demás. ¿De que color eran?
      ¿Predominaba algun color? Me motiva la pregunta la imagen que usás.

      Me gusta el cartel que prohibe rendirse.

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    3. He visto en el Museo Arqueológico de Atenas, la reproducción de las anilinas de los colores que usaban los griegos en las esculturas, para pintarlas, porque el mármol blanco no gustaba. Los colores de algunas esculturas, de sus ropas, han podido rescatarse y, te aseguro, que eran colores azules, amarillos, naranjas... de tonos muy chillones. TE DEJO UNOS ENLACES DE LA EXPOSICIÓN, ES HORRIBLE PORQUE NUNCA HEMOS VISTO ASÍ LAS ESCULTURAS NI LAS ROPAS QUE USABAN, VERÁS QUE CHOCANTE...

      http://www.youtube.com/watch?v=AEW6yijt4wM

      EN ESTE PUEDES PINTAR UN PEPLOFOROS, TE GUSTARÁ!!!

      http://www.theacropolismuseum.gr/peploforos/

      Un abrazo a los dos.

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  3. Enfrentarse con la terrible realidad desencadenada por un absurdo momento de irracionalidad debe ser muy duro. Hay que ser valiente para enfrentar y asumir la propia estupidez.

    Un abrazo.

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  4. Este salió mejor parado que la prota de mi relato, que acabó para siempre.

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  5. http://www.peliculas4.com/ver-las-sesiones-2012-online-10-6199.html

    the sessions....
    sinopsis: "The Sessions (The Surrogate) (2012) español, subtitulada...
    Mark O'Brien (John Hawkes), un poeta y periodista tetrapléjico y con un pulmón de acero que decide que, a sus 38 años, ya es hora de perder la virginidad. Con la ayuda de su terapeuta y la orientación de un sacerdote (William H. Macy), Mark se pone en contacto con Cheryl Cohen-Greene (Helen Hunt), una profesional del sexo"
    ya ya sé que sólo tiene que ver con el final, pero...pero este es mi comentario.
    medio beso.

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  6. No todas las normas incumplidas tienen las mismas consecuencias, el caso que has narrado es de los más graves porque pone en peligro la vida del trasgresor y de muchos inocentes.
    En este caso ha salido con vida...pero qué vida! Con remordimientos y dependencias.

    Un beso.

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  7. Hay normas que jamás deberían pasarse por alto por el riesgo que implican. Cuando la vida se pone en juego... otro es el cantar. En este caso vale lamentar. Digamos que el lado positivo, radica en que puede vivir para contarlo, aunque su vida haya sufrido un giro que trastocó el sentido de muchas cosas. Una exposición distinta del tema, pero que a la vez sirve para crear conciencia. Uno de los males de la sociedad es la falta de respeto a las señalizaciones y normas de tránsito.
    Un besito y muy buena semana!
    Gaby*

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  8. A veces se paga demasiado caro el saltarse las normas. Ser diferente no tiene que significar ser inconsciente, ni poner en riesgo la propia vida o la de los demás.
    Un relato con un final que deja una enseñanza.
    Besos.

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  9. Anónimo2/26/2013

    Creo que poner en riesgo la propia vida, en deportes de alto riesgo por ejemplo, es no solamente ir contra la norma sino una manifestación de insensatez. Si además nuestra conducta pone en riesgo innecesario la vida de los demás, además es canallelsco. Dos minutos de adrenalina, de ir contra la norma y el resto de su vida lamentándolo. Triste balance.
    Un abrazo.

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  10. No creo en las noches de exceso (de ese tipo, de otros si) quizás lo estaba buscando desde hacía tiempo... Un beso.

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  11. Y quien escarmiente por cabeza agena?, aissss, que bien has descrito sus sensaciones, su angustia, su arrepentimiento y su miedo y certeza que aunque vaya a contar su historia, seguramente no le iban a escuchar, te he visto por el rabillo del ojo, jejeje, que mi medio esposo aún no te ha enlazado, ya me extrañaba que no participaras, miles de besossssssssssssss

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  12. me hizo recordar cuando era drogadicto y alcohólico, las charlas con los demás junto al psiquiatra que nos escuchaba, aunque todos estaba por el mismo motivo siempre había alguien nuevo en la reunión, aquellas ganas de no contar nada, de quedarme mudo y simplemente seguir con mi vida, hasta que le escuché a mi hermano hablar sobre su turbulenta vida frente a todos los feligreses de su iglesia, las miradas de todos y sus reaciones no eran nada comparado a lo que sucedía en aquellas reuniones, dejé de ir a esas dichosas reuniones y simplemente decidí enfrentralo solo, hoy después de tantos años, ya no tengo el miedo a decirlo todo con gran detalle, siempre recuerdo a mi hermano cuando alguien pregunta cómo fui cuando era adolescente, entonces simplemente abro la boca y suelto todo, sin importar como me miren luego o como reaccionen a tantas cosas que pude vivir, qué más da, es tu vida y si viviste saltándote las reglas, estas son las consecuencias, porque siempre habrán consecuencias, nadie se libra de ellas...

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  13. Pagó un duro precio por saltarse las normas arriesgando su vida y la de otros. Ahora una vez asumido, le queda expulsar sus sentimientos, liberarse y vivir, seguir la norma de prohibido rendirse. Un besito cariñoso compañera, me ha gustado esta versión rotunda y humana de normas rotas y vida recuperada con esperanza.

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  14. Sus excesos y su negación a las normas le llevo hasta donde ahora se encontraba, siempre hay que pagar un precio, y este nunca es una minucia.
    Un abrazo.

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  15. Es lo que digo, las normas están para que podamos convivir. Jugar a saltarlas puede resultar divertido, demostrar una sobrecapacidad, pero no hay inmortales. La lastima es que tu relato nos lleva al pensamiento de tantas y tantas personas.
    Besos.

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  16. me ha dejado este relato un repelus!
    a veces, en saltarse la norma se queda enredada la libertad, cuando no la vida.
    què buen relato! qué bueno!
    abrazo

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  17. Tu historia es perfecta, está escrita de un manera redonda y sé sobre qué escribo... mi cuñado sufrió un accidente de tráfico - aún más absurdo que los habituales accidentes de tráfico...- y se quedó parapléjico. Un gran relato Matices.

    un abrazo

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  18. Repito, porque se voló el primero:
    Buen texto, insinúas, conduces con rasgos velados la personalidad de la reflexión y terminas saltándote las normas resolviendo con un corto texto un final tan duro como ilustrativo.
    Besos

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  19. El relato lo encuentro conmovedor, muy bien escrito, y con un trasfondo excelente. Mis felicitaciones por ello, por lo que nos deja de reflexión.

    (por suerte pude ver donde dejar los comentarios: estoy miope del todo... y el color me hizo pasar desapercibido el sitio...:)

    muchos besos

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  20. Hay normas que no se deben saltar; aunque uno sea joven y rebelde, no, no se deben saltar porque las consecuencias son tan grandes que not tienen vuelta atrás.
    Un relato lleno de dramatismo, con un final que le prepara por fin para enfrentarse a su nueva vida.
    Me ha gustado
    Un abrazo

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  21. "La libertad de cada uno termina donde comienzan los derechos de los demás"(Jacques Rousseau)No se si fue así exactamente como lo dijo él, pero así es como lo entiendo yo. Saltarse algunas normas puede ser emocionante, una explosión de adrenalina, pero saltarse otras que traen graves consecuencias de la propia vida,de la del prójimo que quizás pueda ser un estricto cumplidor de normas o no, pero es alguien con derechos. No es justo, no es justo que nadie tenga que pagar porque a otros les guste saltarse según que normas.El arrepentimiento está bien pero no es suficiente. Dramática historia la que nos has contado dejando claros para la imaginación. Una buena lección de civismo, de que nos guste o no las normas son necesarias.
    Un besote preciosa

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  22. Es que hay normas y normas, yo me he saltado algunas muchas veces, pero con la debida prudencia. Nunca sin embargo he puesto mi vida en juego, y mucho menos para demostrar nada.

    Besicos.

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  23. Hola Matices.

    Me ha encantado leerte. Tus letras enganchan desde el principio y se me ha hecho muy corta la lectura. El tema que has traído hoy a este domingo es -desgraciadamente-muy actual y muchos, no terminan para contarlo. Lo peor, a los pobres inocentes que se llevan por delante.
    Un fuerte abrazo.
    Lupe

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  24. La primera lectura ha sido buena, y la segunda, que me ha permitido disfrutar de todos los, ejem, matices, excelente.

    Besosss.

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Tu matíz...