miércoles, 13 de febrero de 2013

Este jueves, relato: "In fraganti"



www.marcelbon.com

Marcela arañaba la madera, la mella que iba dejando al clavar la uña dejaría una huella imborrable en esa mesa. Allí estaba ella  " A las puertas del cielo", un local  al que acudió tras encontrar una nota que un desconocido garabateo en un ajado papel y coincidentemente  dejó caer en su mesa...   

¿Porqué la eligieron a ella?, ¿que sería aquello tan importante que debía ver?... no dejaba de hacerse preguntas. Incluso las dudas la hicieron parar  antes de sobrepasar aquella puerta. Cargó los carretes en la cámara, ajustó el objetivo y la deslizó en el bolso para no levantar sospechas.

Dentro de aquel local, en el camerino,   todo era ajeno a la visita sorpresa. Pintaba en rosa sus mejillas sobre blanco, y sus ojos en sombras destacaban. Su traje brillaba al reflejo de las luces de aquel espejo enmarcardo y su sonrisa era plena. Todo era perfecto, el traje le ajustaba como un guante, aquellos desorbitados tacones le hacían una estilizada figura, lo mejor..., su culo, le encantaba marcarlo, no pudo evitar pellizcarlo... 
La reclamaron,- ¡¡dos minutos princesa!!-, la función no se hacía esperar...
Se tiró un beso a si misma en el  espejo y exclamó ¡mucha mierda!...

Entre luces de colores contoneó sus caderas ante los gritos y pitidos de ese, su público siempre fiel...  Marcela se levantó abriéndose paso, no daba crédito... cogió su cámara  y entre tanta algarabía gritó
- ¡Sr. Alcalde!-, el silencio se hizo en la sala y el flash de su cámara deslumbró a aquella "princesa" que cayó desde aquellas altas torres como presagio del final de su carrera.

Matices

Más situaciones "in fraganti" en el Blog de Gus


27 comentarios:

  1. Pues no se yo si por ahí no habra pìlladas como esta jajaja, de otras se van viendo demasiadas.
    Me gusto ese arañar sobre la mesa.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Me has dejado con la boca abierta, para nada me esperaba ese final, ¡qué buenísimo!

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno, Matices. Lo triste del asunto es que las críticas de la gente hacia un alcalde/político por sus tendencias sexuales lo hagan caer; y sin embargo cuando hay un escandalo de malversación de fondos, corrupción, etc. la gente parece que lo tolere con un "si es que... todos son iguales"

    En fin, vivir para ver.

    Bss.

    ResponderEliminar
  4. Siempre me encantan tus finales, ¿no hay forma nunca de adivinarlos!, lo que más me gusta es lo de caerse la princesa de sus altas torres, aunque nunca se sabe, lo mismo por fin se librea de su torre en la que estaba encerrada y el flás sea en realidad ese príncipe azul que la libera, estoy con Mar, que triste esta falsa moral de la que hace gala nuestra sociedad cuando los ladrones siguen sin dimitir!, miles de besosssssssssssss

    ResponderEliminar
  5. encantado de leerte de nuevo.... siempre con finales espectaculares donde uno nunca se imagina, eso mantiene a tu público que te lee con la espectativa de siempre, escudriñando en cada reglón aquellas palabras que sin dificultad logras plasmar y que faltando pocas líneas vas aumentando el suspenso, es simplemente divino..... aunque dudo mucho que en estos días de liberación sexual sea un escándalo que un alcalde busque placer entre las piernas de un prostíbulo, y peor que él vaya a esos lugares de perversión, olvidando que para eso tiene sus guardaespaldas que pueden conseguirle las menores de edad que él quisiera y meterlas en su casa de playa privada.... pero fuera de eso, es una hermosa entrada, besos

    ResponderEliminar
  6. Nos hemos quedado sin saber a quién y por qué le interesaba hundir al alcalde. Excelente relato de principio a fin.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  7. Buen relato y final abierto, que deja a quien lo lea el verdadero final. Un beso.

    ResponderEliminar
  8. A mi también me ha gustado y comparto lo que dice Mar, es cierto por estas cosas caen y por otras ni se les acusan.

    Buen jueves!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. buèh..., pero quizà este trabajo lo haga mas feliz al señor alcalde!

    por aquì ha habido algunos señores jueces a la puertas de otros cielos, si!

    me ha encantado!

    ResponderEliminar
  10. Me has recordado la película "Un hombre llamado Flor de Otoño" en la que un abogado actúa por las noches en un cabaret.
    Me ha encantado la forma de ponernos en situación y ese cambio de escena, trasladándonos de la entrada del local al interior del camerino.

    Últimamente no paramos de oír noticias de espionaje político.

    Finalmente solo comentarte que vivimos en una sociedad tremendamente hipócrita, con pocos principios y equivocadas prioridades.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  11. otro final poco anunciado... no me lo esperaba ni ahí... me encantó :D un beso!

    ResponderEliminar
  12. La primicia fue para ella, el lugar correcto, la hora indicada y el alcalde pillado. Lástima la princesa, que se vino a pique. Hay circunstancias que conspiran, unas para bien, otras para mal. Excelente relato, que da la oportunidad de especular con variantes.
    Besitos!
    Gaby*

    ResponderEliminar
  13. Más o menos como la vida misma, pero en esta ocasión hay varias formas de interpretarlo, y dejas mucho para la imaginación.
    Besicos.

    ResponderEliminar
  14. Para si entendí bien, ¿cometió una indiscreción de mencionar en voz alta al alcalde y pretendió fotografiarlo?

    ResponderEliminar
  15. este relato es bueno, muy muy bueno, mecagüenrusia...
    ayer, hablando con la vero, alias la mamá, le estaba diciendo que tendemos en general a derrochar IMAGINACIÓN. pues bien, este relato tuyo destila eso y más.
    por cierto, sigues engrandeciendo el estilo...
    medio beso...

    ResponderEliminar
  16. nada es como lo anticipamos. Por eso admiro tanto a aquellos que se atreven a afrontar un público.
    Rochies desde mi otro blog.

    ResponderEliminar
  17. jajajjaaj eso es lo que yo llamo el fin de una carrera política!...y quizás el inicio de otra muy prometedora en el mundillo del espectáculo!
    =)

    ResponderEliminar
  18. Magnífico final, inesperado inesperado. Me imagino la cara que le quedó, pobre.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  19. bueno, muy bueno por ese final imprevisto, y sobre todo por lo bien narrado-

    enhorabuena y abrazos

    ResponderEliminar
  20. A mi me parece que últimamente hay bastantes a los que les podría pasar lo que al Ilmo. Sr. Alcalde.
    Un beso

    P.D.: buena forma de dividir la acción

    ResponderEliminar
  21. Mira que ese final me recuerda a cierto personaje de televisión jajaja... cuek

    ResponderEliminar
  22. Un relato ágil que comienza de una manera y termina de otra completamente inesperada. Excelente tu jueves Matices.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  23. Me acabo de quedar boquiabierto con tu final, menudo giro le has dado al relato. Genial!!!

    Un beso

    ResponderEliminar
  24. Pues el Alcalde, como dirían en Galicia, mientras solo haga eso ...
    Lsa historia genial, creas climax, sorpresa y sonrisa.
    Besos.

    ResponderEliminar
  25. Anónimo2/18/2013

    Por fin consigo leertee. Gracias. Tal vez el hecho de que lo hayan pillado in fraganti, al final no suponga una caida sino una auténtica liberación. Magnífico relato, imaginativo y con un final total y absolutamente inesperado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  26. Pues no sé por qué finaliza su carrera, supongo que tener un alto mando tan exótico daría lustre a su municipio. Yo no tendría inconveniente mientras cumpliera bien en su función pública, no?

    Un beso y cafelito.

    ResponderEliminar
  27. Cierto, el final es imprevisible. El pobre alcalde solo tenía una pequeña mancha o no!! -jaja- en su curriculum vitae: disfrazarse y actuar para los demás. Al final resulta que cada político representa un papel determinado mientras dura su espectáculo, pero no todos los periodistas están para descubrirlos y sacar sus miserias...

    un abrazo, buenísima escritora :))

    ResponderEliminar

Tu matíz...