Este podría ser para mi un ídolo...
No llego a plantearme quien abandonó antes a quien, si aquel que recibía mis plegarias o yo cuando creí desfallecer por defender mis ideas. Mi país vive una guerra económica fomentada por buhoneros sin historias que perpetuar en el tiempo. Nunca llegué a reconocerme como alimento de esa gula social endémica y, sin embargo esa misma me ha hecho iniciar un viaje sin billete de vuelta. En mi bagaje llenaré mi maleta de desarraigo e incomprensión pero hay algo en mi interior que me dice que la utopía que persigo existe. Andaré las huellas de mis antepasados para encontrar ese bien preciado que en otros tiempos llamaban "futuro... "
No tengo ídolos ni creencias, tal vez bandera e identidad... y la piel que recubre mis vivencias.
Seguridad del Estado. Expte. 234978.
R.G.G. Licenciado. "Sin futuro".
¿Dónde están los ídolos? puede que en el Blog de Judith DarkLight
Hola!
ResponderEliminarTodo aquel que tiene una historia que contar, es porque la a vivido intensamente, tal ves a la vuelta de la esquina nos encontremos con alguien que tenga esto mismo que contar.
Muy bueno!
Gracias por participar!
Besos
Pues solo puedo decir que me he emocionado con tu relato, por muchas imágenes, por muchos números que nos intenten grabar en la cabeza para convencernos de que estamos saliendo y que el paro a bajado. Las familias sabemos que si lo ha hecho, es porque nuestros jovenes se están marchando´, emigrando, y otros porque ya ni se apuntan.... porque muchos se llenaron las ¿ conciencias ? de los Euros de otros.
ResponderEliminarBesos guapa.
Que negro se ve todo, a mi me gustaria pensar que se ve un final, un buen final, pero es que no hay forma de ver la luz. Jóvenes en busca de un futuro, dejándolo todo...ídolos, no se Matices, desesperados se me antojan a mí.
ResponderEliminarBellas palabras, para una realidad cruda.
Un abrazo.
Toda una declaración de intenciones que comparto.
ResponderEliminarRealmente el panorama está muy negro y ya faltan las ganas de seguir creyendo en algo. Esperemos que pase el tiempo de las vacas flacas.
ResponderEliminarBesos
Negro e incierto futuro el que le espera a nuestros jóvenes. Con preparación y sin porvenir. Teniendo necesidad de emigrar, de poner tierra de por medio, huir de este erial en el que se está convirtiendo nuestro pais. Pienso que un poco heroes sí que son.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
De lamentable rigurosa actualidad, que leo con la esperanza que la utopía exista.
ResponderEliminarLa última frase me encanta, creo que no tenemos bandera, aunque nos las impongan y sí tenemos identidad, aunque nos la nieguen. Y, sin duda, esa piel.
Besos.
Emocionan tus palabras, con un destello de esperanza dentro de la desesperanza. Cuando se viven tiempos difíciles no es fácil mirar hacia adelante y tratar de entrever un dejo de luz, sin embargo, por esa generación que precede, es que hay que intentar poner un poco de fe... si hasta sin eso se quedan... ufff...
ResponderEliminarLe has puesto a tu relato, toda la entraña de la realidad.
Besos!
Gaby*
Un ídolo llamado esperanza, perseverancia, ideales e ideas, el único que merece, hoy y ayer, nuestras plegarias y nuestros esfuerzos que laten bajo la piel de las vivencias.
ResponderEliminarBéllamente escrito, emocionas y haces reflexionar, felicitaciones dulce Matices.
un relato sincero. Cuidar las raíces mantiene la cepa......
ResponderEliminarwow!!!! que golpe!!! tus palabras duelen, con ese arrebato sin cesar de impotencia mezclada de tristeza infinita, tu voz golpea contra las olas como si fueran peñas, que poco a poco van desgastando, en ese eco que ensordece tus ganas de seguir luchando por lo que piensas que es lo justo, no son palabras que se las lleva el viento porque pesan horrores, que se van plantando como árboles en un desierto, y que las raíces seguirán cogidas del suelo arenoso como si fueran una especie de imán, sujetadas al mismo núcleo del planeta..... intensa como siempre, besos!!!
ResponderEliminarMuy desalentador tu relato pero fiel reflejo del momento en que vivimos y del que no sé si conseguiremos salir.
ResponderEliminarComparto tu desánimo y decepción. Simplemente los ídolos han cambiado de chaqueta y con ellos sus idólatras seguidores. Corren malos tiempos para la lírica. Tal vez, nuestros nietos...
ResponderEliminarBesos
Aunque triste y entendible lo que manifiestas, no hay que perder la fe.
ResponderEliminarUn beso!
Unas palabras que creo que nos han calado a todos, y más en los tiempos en los que estamos. Yo aqui sigo, en paro, así que entiendo perfectamente lo que dice tu ídolo. Eso si, yo de aqui no me voy, que digan lo que digan cómo en España en ningún sitio. Ya vendrán tiempos mejores. Un beso.
ResponderEliminarEmigrar puede ser muy duro, pero también te hace un poco ciudadano del mundo. Ojalá el licenciado regrese con la maleta tan cargada de poesía como este blog.
ResponderEliminarBesos!
Triste pero real amiga mia. Ahora pocos ídolos hay a los que adorar, si acaso, esos jóvenes ven como ídolos a esos paises que tal vez los saquen de su desconcierto.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reflexión
Un abrazo
Creo que los sueños son lo que mantienen la vida.
ResponderEliminarUn beso.
Los ídolos, mutan, mueren, caen. Pero de algún rincón del alma, habrá que sacar la fuerza que nos da tener un sueño, aunque sea pequeño, cotidiano, próximo, insignificante, pero altamente probable para no desesperar y vivir sin fe.
ResponderEliminarTe lo deseo de todo corazón, viéndome reflejada en tus sentidas palabras.
Besos
el refranero español es rico en enseñarnos que la esperanza existe, que no hay que desfallecer. Sin duda vendrán mejores tiempos para todos, para los sin y para los con esperanzas
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