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Cuando empezaban a sonar los acordes de aquella música ella sabía que las puertas del acuario se habían abierto, empezaba otra anodina jornada... Odiaba ese traje, le quitaba la libertad que disfrutaba en sus incursiones acuáticas. Intenta recordar el nombre del material, esa palabra se le resistía, pensó y repensó y llegó, era eso ¡Neopreno!... el esclavo traje era como un guante, como una segunda piel que la aislaba del estado exterior...
El agua inundó su pensamiento, dejándose ir en él a la profundidad del líquido acuoso. Hoy tocaba revisión de salud, algo rutinario, molesto e impuesto por la ley "setenta y dos barra dos mil ochenta y nueve" sobre nuevos experimentos. Se desliza y se coloca justo en el punto indicado, ante sus ojos aparecieron sus coordenadas, su cuerpo en 3D está delimitado por una escuadra de medidas en color, justo en el lado izquierdo de su pecho, queda enmarcado en rojo; aparece el órgano, su corazón. Cierra los ojos, se concentra en él, y comienza un viaje hacia el pasado.
Imagina la libertad y con ella siempre aparece él... sus besos con sabor a vida, sus manos que recorren su cintura. Su cuerpo desnudo dispuesto a recibir, deshaciéndose ante las caricias. Y en su corazón aumenta el palpito, bombea rápido, fuerte, subiendo las sensaciones hacia su cerebro, abre sus ojos para volver a observar esa cuadrícula donde de nuevo podrá ver que hay algo que supera los sueños... el miedo.
Poco después empezará la función, su vida ha quedado relegada a esa cárcel marina donde se arremolinan expectantes los curiosos. Siempre les unen en esa pecera donde se fundirán en el agua sin sentirse, aquella piel que escondía sus cuerpos desnudos de la mentalidad humana no lo permitía. Solo acertaban a regalarse miradas el uno al otro como si de ello pudiera resurgir la libertad. En los altavoces se escucha, "el mayor espectáculo jamas observado, la primera pareja de mutantes acuáticos en cautividad", y otra vez viene a su mente la palabra "Neopreno" aquella que esconde el miedo a no sentir jamás.
Matices
Mas romances en un mundo diferente en el Blog de "El Demiurgo de Hurlingham"
Muy buena historia, de aislamiento, de un entorno cruel. Y pesar de todo, hay algo entre esos dos personajes.
ResponderEliminarMe ha dado pena, ¿qué quieres que te diga?
ResponderEliminarA mi me ha sugerido a una pareja observada por ojos ajenos al amor y que hacen de este sentimiento algo a estudiar, por extraño. Tiene matices tristes tu relato, además de estar perfectamente escrito.
ResponderEliminarUn beso
magnificamente retratada la alienación de quién nos es igual. Empatice con estos mutantes acuaticos.
ResponderEliminarMuy bueno. Un beso y Feliz Año.
Triste pero muy buena tu historia! Qué horror eso de estar en exposición!!
ResponderEliminarMuchos besos!!
Una pena; pero quien sabe si al final la humanidad se convierta en mutante, tal como tratamos el planeta nunca se sabe.
ResponderEliminarBuena historia
Un abrazo
El miedo a no sentir jamás. Me quedo con esa frase.
ResponderEliminarUn beso.
que tristeza... no se por que en cierta forma me sentí reflejada, no puedo explicar por que, me dio una sensación extraña difícil de explicar con palabras
ResponderEliminarno pienso decir nada a cerca de alguna película...bueno, sí. por que quiera o no, el agua, la tristeza, me ha llevado a una de las grandes: blaid raner, o como se escriba. y no, no tiene nada que ver tu relato. lo sé. pero a esa peli me ha llevado.
ResponderEliminarlo que realmente, a primera lectura, y no haré otra por falta de tiempo, lo que en verdad me ha dejado petrificado ha sido la descripción inicial. considero que en todo relato futurista...bueno, en cualquier relato en el que la época adquiera importancia,...es primordial asentar esa época, bien dando tiempos, bien describiendo el entorno. y es en este aspecto en el que la niña nieves ha destacado.
medio beso.
El miedo nos guía por otro camino diferente al que inicialmente habíamos optado.
ResponderEliminarun saludo
La revisión de salud, lo mejor que le sucede. Qué lástima tener que recorrer al pasado para encontrar algo de dicha.
ResponderEliminarMuy buen relato. Saludos!
El miedo a sentir, peor que sentir miedo...
ResponderEliminarEl aislamiento, la alienaciòn, navega muy bien en tus palabras, dejandonos a las puertas del acuario.
No se si quiero entrar, tal vez me sienta en la piel de ella, bueno, dentro del neopreno...
un fuerte abrazo, despuès de una buena lectura.
Observados, sin libertad, solo por ser diferentes. Yo tambien se alinee junto a ellos. Al menos les quedan las miradas.
ResponderEliminarUn beso.
Que bonito relato. Uno de los mejores sin duda de este jueves.Aunque todos los jueveros sois fantásticos.
ResponderEliminarRomántico pero cruel, futurista y cercano, todo sentimiento.
Un fuerte abrazo
Matices, esta es una entrada triste, no nos tienes habituados a ellas...no sé que decirte? . Quizás me justifico con que hoy es ya la noche de la Ilusión, y por lo tanto deseo que tu carta sea atendida debidamente por los Reyes y te colmen tus deseos. Un beso
ResponderEliminarcondenados a exhibirse pero escondiendo sus sentimientos y su naturaleza, me suena a jaula de oro ese acuario
ResponderEliminarUn beso
Es una joya este relato, nos parece triste, y sin duda lo es, pero me ha traído recuerdos de esos seres que debemos proteger, en vez de exhibir en jaulas, tal vez ellos sientan la misma nostalgia que tu personaje.
ResponderEliminarMe encantó. Besitos. Pepi.
que viva la diferencia, y que miren.
ResponderEliminarBesicos y feliz año.
Precioso relato,como nos tienes acostumbrados. El miedo al que dirán...siempre lo mismo.
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