Aquí… a, 17 de Enero de 2011
Querido mío:
El invierno ha acampado anchamente por aquí, reconozco que este año se muestra cálido y agradable aunque se niega a perder su personalidad siempre devastadora.
Todo sigue igual, el dolor llega a ser casi insoportable y amenaza a mi psique como martillo golpeador, me da miedo pensar que todo vuelva a ser como meses atrás. He de reconocer que me salvaron las personas y estas letras que me distraen y me acercan para poder liberarme de aquella sensación que me consumía y hacía prisionera.
Escribo desde el corazón, y mis letras se han llenado del pasado que rechina en mi memoria... pues no hay, no encuentro el pulso del mismo, se ve que en la transición perdí el ritmo y la lectura que me ofrecía la pasión que me daba. Eso sí, se mantiene dentro de las páginas que componen mi vida, recubierto de su protección, no emite dolor ni mensajes contradictorios, no recibe mimos ni caricias porque no desea recuperación.
No voy a abrir, no quiero mirar dentro, puede que este corazón se haya desdibujado perdiendo sus colores y es un sacrificio del que se que soy culpable porque no quiero olvidar, por eso mantengo la mente activa y la aparto del órgano vital. Ya es hora de que te deje, los niños llegaran en breve, se hacen mayores. Me encanta la libertad que emanan y a veces, logran que el peso de los días sea mas liviano en ese interior en el que nada cambia. Me reclaman, voy a ponerme la sonrisa y pellizcarme las mejillas no quiero que me vean triste.
Un beso, corazón..., mañana volveré
María cierra el diario.
Matices
Mas letras desde el corazón en el Blog de Mª José
Es triste. Tener que optar entre el olvido o el recuerdo entristecido. No siempre es posible llegar al término medio del consuelo contenedor, pero hay que intentarlo. La sonrisas de los chicos son una muy buena opción!
ResponderEliminarUn abrazo.
Matices, arrancas para engancharme, con palabras que me sujetan.
ResponderEliminarSigues entre vencida pero apasionada, sin acabar de rendirte en las palabras.
Continuas con pinceladas jóvenes, y dices que escribes desde el corazón, se nota. El músculo se resiente, a veces no queremos mostrarnos del todo, pero lo hacemos con la palabra, el gesto, la letra, la mirada. Y nos quedamos sin pulso, sin ánimos, con el corazón destemplado, dudando.
Sin embargo, lo aseguraría, ese beso en el corazón calará jondo, mañana no cierra el diario, palpita el corazón.
Sublime relato, íntimo, doloroso, melancolico, besito a corazón abierto.
Amarga tinta esa con la que se escribe sin más pretensión que la de gritar hacia adentro.
ResponderEliminarUn diario es un corazón de papel que late entre los dedos sin quejarse.
Un abrazo
que inmensamente bien que matizó la consigna. Los yo tan íntimos no pierden belleza aún adentrados en su melancolía.
ResponderEliminarEs curioso, nunca logré pasar de dos o tres anotaciones en los diarios que he tenido, todo quedaba en un firme propósito. Lo bueno no se olvida y lo malo tampoco, hay tanto que vivir que anotar lo pasado carece de sentido, en mi caso, claro.
ResponderEliminarMuy buena, compañera.
Besos.
NO ESTES TRISTE, LA SALUD ES LO MEJOR, EL CORAZÓN, SIN INFARTO,SE REPONE DE TODO. lOS NIÑOS SE ENCARGAN DE MANTENERLO CON SUS LATIDOS.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Intimista y certero, un viaje al interior siempre acompañada de unas hojas blancas y una tinta azul.
ResponderEliminarMe alegra pasear entre este diario Matices.
Un gran abrazo.
Es precioso lo que has escrito, triste pero a la vez esperanzador. Yo me decanto por la amnesia voluntaria, sino, tal vez ya no estaría en este mundo. Besos.
ResponderEliminarUn desahogo, la búsqueda de una salida entre las rejas que nos impone la realidad que muchas veces es triste. Escribir ayuda y la presencia de gente que mantiene su libertad y alegría intacta también.
ResponderEliminarMe emocionaste.
Un abrazo.
Triste, pero muy hermoso, aunque nunca escribí un diario, si que me he tenido que poner la sonrisa al sentir llegar a mi hijos, tu protagonista es muy real, quizás por eso nos llega al corazón. Repito, hermoso, no podía ser de otra forma viniendo de ti. Besitos.
ResponderEliminarTampoco yo tuve nunca un diario.Pero con diario o sin el, a veces es muy corto el amor y muy largo el olvido. Mejor dicho, no olvidamos. Simplemente dejamos los recuerdos en el estante de difícil acceso, pero ellos solitos acaban desempolvándose pasando al primer plano de la actualidad. No me gusta olvidar, Matices. Pienso que es más saludable aprender a vivir con los recuerdos, tanto sin son buenos como si son malos. De otra forma, habría páginas en blanco en nuestra existencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Llorar en palabras y vaciar el alma de tristezas para no llorarla por los ojos es algo que por lo visto hacemos muchos, y dejamos el dolor en susurros de tinta silenciosos y callados, y nos vestimos de sonrisas para que los que queremos no se den cuenta..."María" debe ser una sirena, porque las sirenas no lloran, y el pasado no pude cambiarse y a veces lo vemos tan herido que tampoco vemos como construir un futuro con las mismas fichas, cambiarlas da tanto miedo que nos quedamos llorando en letras y sonriendo esa tristeza...
ResponderEliminarDíle niña a María, que la vida es muy corta y que siempre nos da sorpresas, que cambie las fichas o que las pinte de nuevos colores, pero que no se agarre a la tristeza que es mala amiga y termina poseyéndote!!!, miles de besossssssssssssssss
Nieves corazón mio, tu no me llores con esa pobre María con el corazón partio, cuando algo estorba debemos apartarlo a un lado y seguir NUESTRO camino.
ResponderEliminarYo tengo un diario desde 1974, es verdad que en los últimos años escribo menos, lo he leído entero en dos ocasiones y me sorprendieron algunos pasajes, el recuerdo algunas veces, no se ciñe a lo realmente acontecido.
Paisana tu cuerpo pide ¡¡¡MARCHA!!!
Besos sistolicos
Un matíz, estoy bien... no estoy triste me he tomado el pulso y el corazón pálpita, por momentos estoy perdiendo la percepción de mi relato... Supongo que tras esas palabras algo mio hay... pero María es "purita ficción", ahh!! yo tampoco tengo un diario...
ResponderEliminar;)))
Bueno, solo es un toque simpático a la tristeza que veo se va acumulando...
Besos...
yo un día fui estudiante. y en ese día me enseñaron que había un género, el epistolar. y ahora va la niña nieves y lo aplica con ese...con esa sencillez, con ese escribir que adquiere la sensación de ser real...sí, ya sé, no estoy diciendo que escribas de ti. estoy diciendo que la carta cobra naturaleza de realidad al ser leída. ello implica que la escribiente , en cierta manera, ha sentido lo escrito...ello implica que has escrito al compás de un sentimiento ficticio como mínimo..pero los sentimientos ficticios, una vez recreados en la mente, nieves, se hacen reales..reales por que se sienten así mientras uno los plasma...
ResponderEliminaren cuanto a ese cambio de la prota por que aparecen los nenes d elos cataplines...yo diría que como mínimo es soberbio. muy bien traído...
medio beso.
Cuando uno está triste, el escribir nos alibia y nos quita del peso que muchas veces es tan grande que no podemos con él. Uno se vacia y se deja caer entero, al menos seguro que dentro no se queda.
ResponderEliminarBesos
qué mas diario muchas veces que estos blogs? virtual como todo lo que rodea los blogs, No es real lo que escribes, lo sabemos, pero siempre hay algo, un aceite una esencia que fluye
ResponderEliminarMe sumo a Gus, me gusta su comentario. Me parece excelente la forma en que llevas el relato. Y el fondo.
ResponderEliminarVeo una doble idea de invierno, una intimidad que se ve interrumpida ante esa compañía, no simétrica que dan los niños.
Me parece que has dado varios giros estupendos en este relato.
Besos.
un relato realmente desde el corazón...muy triste y lleno de nostalgia
ResponderEliminarY el corazón Habló... lo hizo en la bitácora diaria. Dejó su dolor, su alegría, su esperanza, en definitiva su pálpito, y quedó en paz consigo mismo.
ResponderEliminarUn enfoque literario íntimo, sentimental y claro de lo que pretendía la convocatoria.
El contenido de nuestros textos, no siempre somos nosotros (aunque lo parezca) Esa es el gran milagro del escritor.
Besos
una vez me regalaron un diario, en plena adolescencia, escribí dos días, al tercero me di cuenta de que si seguía así dejaría las tripas en el intento y es que para bien o para mal es muy difícil dejar el corazón a un lado en aquello que hacemos... Desde ahí mismo un besotorrón : )
ResponderEliminarUn diario, una carta de amor, donde los sentimientos fluyen en susurros de tinta (como bien ha dicho la sirena en palabras que dan nombre a su blog).
ResponderEliminarSiempre que he comenzado un diario ha sido por la necesidad de no ahogarme, casi siempre en la tristeza, fracaso, desamor, ausencia…siempre ante la necesidad de que los sentimientos más profundos aligeraran su peso al quedar escritos.
Precioso e íntimo relato que como casi siempre llevan mucho de nosotros mismos sin dejar de ser relatos más o menos cercanos a nuestra propia realidad.
Me ha encantado tu forma de escribir esta página del diario de María que teme que los días felices se hayan desdibujado.
Un beso grande preciosa Nieves.
Un diario escrito desde el corazón para compartir unas vivencias que ya no son compatibles. A su manera seguía vivo en su corazón mediante esas palabras diarias en las que se mostraba tal cual era. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesos y gracias por participar
La escritura es un placer que nos damos, para disfrazarnos de tantas cosas.... Todos esos sentimientos anidan en nosotros, son nuestros matices. A veces unos más intensos que otros. Escribir es la forma de decir lo que no queremos decir o aquello que no nos pasa, pero si nos inquieta, nos perturba, nos alegra, nos ilusiona, en fin... Escribir es lo que has hecho, en un supuesto diario. Nosotros te leemos, espiamos a María y nos lo creemos.
ResponderEliminarEl relato, cumplió su objetivo y tú... te desahogaste o simplemente jugaste con las fichas: un muy buen pasatiempo y una muy buena contribución a la causa juevera!
besos, amiga Nieves.
Triste y bello, las palabras de un corazón que se resuiste a dejar sus penas ¿donde las va a dejar si son suyas?, no quiere consuelo, pues no quiere olvidar. Bueno, eso es bastante determinante para un corazón, no?
ResponderEliminarEl desahogo en las letras en fantastico y para el disfrute
Te mando un fuerte abrazo Matices