En el trazo de las líneas perfectas donde tú vida se rige,
te pierdes entre curvas voluptuosas,
de dulce ritmo y difícil trazo.
Utilizas el compás
buscando el centro del deseo,
donde el dolor se clava en el papel,
difuminando entre escuadra y cartabón
la linea buscada entre círculos...
Ante la imperfección del pentagrama
aceptado,
del placer que cabalga en tú interior,
ves el milimétrico fallo del plano perdido
entre corcheas afinadas.
Y acabas con el trazo de tu vida,
entre bosquejos y melodías inciertas,
entre bosquejos y melodías inciertas,
abandonada al compás en ese último placer buscado,
que fluye en linea desafinada,
que fluye en linea desafinada,
de gemido invisible en cierre circular.
Matices
No se Matices si hoy me pierdo entre tus palabras queriendo encontrar un sentido, ese que es el que te ha movido a dejar estas "lineas desafinadas". Me sugiere que esa perfecta linea en la que una vida puede ser vivida no es tan asi, tan perfecta, en el camino encontramos tantas curvas, tantos circulos, tantas montañas.
ResponderEliminarUn abrazo, me quedo pensando.
Yo me he perdido un poco en las palabras, pero es que la música que suena me encanta, creo que es lo único desafinado que suena bien. Besitos.
ResponderEliminarPreciosa alegoria a la música en su composición con la similitud del tempo de la narración donde se esconde, entre líneas, todo un sentir, incluso, determinaciones dolorosas.
ResponderEliminarUn beso de conflicto