Aquella noche sería especial, preparó las
palomitas, dulces... debían de ser dulces... después se dirigió al espejo,
deslizó el peine por su larga y brillante melena, pellizco sus mejillas
asomando así un poco de rubor y acomodó su indumentaria, estaba preparada para su cita..
Era la hora, encendió la televisión y de
un salto se tiró en el sofá, la emoción la invadía y de pronto aquella entrada
de la "Metro Goldwyn Mayer" la
hizo esbozar una sonrisa... Aquel enorme bol de palomitas prometía y la
película era un clásico irresistible ¿se podía pedir más a una velada?. Verse ante esa maravillosa pantalla de
muchas pulgadas y calidad colmaba sus deseos.
Dispuso los cojines tras ella y fue acomodándose, a la vez que la historia y
los diálogos se hacían suyos. Diez minutos después, llegó lo inesperado. Lo
dulce de las palomitas se le quedó pegado al paladar antes de que la
protagonista entrara en aquel corsé imposible, ella tan solo musitó un pequeño gesto de desagrado
ante aquellas palabras escritas en la pantalla.
- "Volvemos en tres minutos"-...
Se puso derecha, y casi sin darse cuenta entró en el mundo de la oferta publicitaria: Se le apeteció un yogur, pensó que su móvil estaba anticuado ante la imagen de la última novedad, recordó que tenía que renovar el seguro en breve... Hasta que de nuevo irrumpió él, con sus gestos y su sonrisa, e hicieron que poco a poco ella se deslizara en el sofá ante la imagen de su galán como gelatina que se deshace.
Veinte minutos más tarde se repitió el
fenómeno, ya con las ansias amaestradas volvió a irrumpir en
el éxtasis de un beso robado; esta
vez fue un suspiro de resignación ante aquel…-"Volvemos en seis
minutos..."-. El castigo impuesto en intermitencias la hizo perder su compostura, se echó
en el sofá y abrazó un cojín. En el reloj desaparecieron las agujas y ella se dejó acunar
por el "rum rum" de fondo. Justo sus ojos se
abrieron cuando la pantalla estaba ocupada por un gran "THE END". Aquellos
seis minutos se habían convertido en cuatro largas horas y "Lo que el viento se llevó"... se
quedó colgado de los sueños convirtiéndose en un "Lo que el tiempo se
llevó".
Vuelve a este enlace lleno de minutos Televisivos El Blog de GUS
Hola Nieves!
ResponderEliminarMe has hecho recordar a una tía mía,que no caminaba ni salía mucho de su casa. De hecho, jamás fue al cine, por lo que,cuando llegó la televisión, sintió la fortuna de poder ver con sus propios ojos aquellas películas que años antes sus hermanos le contaron -con lujo de detalle- pero insuficiente cercanía.
Un abrazo.
Matices, hemos coincidido en parte en los efectos devastadores de esos fatídicos seis minutos. Ella que se había engalanado para disfrutar de una agradable velada con su galán y al final por causa de esos seis minutos acabó en los brazos de otro galán, Morfeo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, me identifico. He sucumbido al reino de Morfeo en los instantes en los que la publicidad sale por la tele y cuando he despertado, eran las tantas...
ResponderEliminarBss.
Entiendo lo molesto de la publicidad. Encima, suele estar en medio de momentos claves. Entre el momento de una serie en que el investigador resuelve el misterio por una inspiracion repentina y el que lo revela, el corte publicitario es interminable. Y cambiar de canal implica el riesgo de perder el final.
ResponderEliminarYo supongo que los publicistas sabrán en qué se gastan la pasta, lo digo porque los anuncios, o los ignoro militantemente o simplemente me ausento por un rato. Ahora bien, si la protagonista pasó un buen rato, y eso incluye el sueñecito que se pegó, pues oye, nada que objetar.
ResponderEliminarUn beso
Suele pasar que te duermas, tanto si es la hora de la siesta como la noche, pero no solo por los anuncios, que también, sino porque el "rum rum" de la tele es adormecedor. O será que cuando yo me siento un rato en el sofá es porque estoy muy cansada.
ResponderEliminarSoportó la primera cuña publicitaria, incluso le prestó atención, pero los otros seis minutos ya era mucho pedir.
Un beso.
Me encanta la forma en que relatas la irremediable realidad que nos permite, entre otras, disfrutar de "lo que el viento se llevó".
ResponderEliminar¿Qué sería de nosotros sin ésos seís minutos?.
Muy acertado y ameno tu relato.
Un beso desde la ventana.
Con lo bien preparada que se dejo caer en su sofá...!pobre se lo perdio todo!.Dichosa publicidad.
ResponderEliminarOye palomitas dulces nmmmm.
Besitos.
Pero... y lo descansada que se quedó después de esas horas, si las durmió era porque las necesitaba. Después repusieron esa peli un montón de veces, así que en alguna de esas la vería ¡, no?
ResponderEliminarUn abrazo.
Queremos tener cientos de cadenas de televisión; que estas sean buenas y nos ofrezcan los mejores productos.
ResponderEliminarNo nos olvidemos que las mayorías de las cadenas son privadas y tienen que subsistir.
Las autonómicas las pagamos entre todos, sino tuvieran publicidad tendríamos que pagar más impuestos.
Al final deseamos que nos ofrezcan los mejores productos sin que repercuta en nosotros de ninguna de las maneras.
Mi consejo: Una buena peli en el cine, ayudamos y nos divertimos más, además de salir bien vestidos y lo compartimos con quién queremos.
Otra de las opciones es alquilarla en los videos club que se están yendo a pique con sus correspondientes empleos.
Los seis minutos aprovéchemelo para visionar otras cadenas y subirle el índice de audiencia y puedan disponer de mucha más publicidad.
Y tampoco nos olvidemos de esos mismos publicistas, actores y musicólogo que viven de eso.
Un saludo.
Pues sí, así es...un cortarte en seco, un alargarte la peli o la serie hasta la madrugá, siiii, cortan los cortes y ponen de los nervios, aprovecha para el wc, para desmaquillar, para darle al bostezo, para...cortar y cerrar.
ResponderEliminarRecomendables los canales sin anuncios, todo seguido cine, series, et, la 2 y la 1, y no estoy en nómina, jejeje.
Besito.
oh! Eso no nos puede pasar... Si hay algo que tengo devoción son por las películas, y como a la protagonista, mas de una vez me he encontrado con esa palabra.
ResponderEliminarHasta en el cable hay publicidad.
Un abrazo.
veo poca televisión, solo durante las cenas, las peliculas, me las pongo en el ordenador, no por individualismo, si no por que estoy hasta la coronilla que conviertan mi casa en un bazar donde se me intenta vender de todo
ResponderEliminarTe cuento: en los seis minutos que duraban los anuncios, me daba tiempo a mi (que tenia antojos de embarazada) de prepararme un flan con nata como esos que salian en la pantalla aaaiiissssss y cuando me sentaba frente al televisor se me habian pasado las ganas.
ResponderEliminarUn abrazote
Pués si que es impactante el relato.
ResponderEliminarbesos.Muy imaginativo.
Maldición! cuántos THE END, sin saber lo que pasó se comieron esos cortes¡
ResponderEliminarY todavía estar tan contenta para terminar dandose cuenta que su vida es una nada, y que le mucho más que todo(celular, yogures, electrodomésticos )menos celulitis: toooodo.
Muy buena carga de realidad e ironía.
Sí... palomitas dulces para mí también.
besos
Si se durmió en seis minutos de publicidad, no creo que hubiera durado toda la película despierta, a menos que su galán hubiera salido de la tele para besarla. Con lo guapa que se había puesto lo merecía.
ResponderEliminarBuen relato. Saludos!
digamos que todo el mundo frente a un aparato de tv tiene su sino. pero si ese sino es por haberse puesto a ver una peli, digamos que...mira, nieves, yo í que soy un desgraciado. suelo dormirme con la radio puesta. nunca la apago. ello conlleva el peligro de despertarse con cualquier cosa. y estas dos últimas mañanas me he despertado con enetrevistas a políticos asquerosos...¡y eso sí que es un sino, una desgracia!! así que si una tipa no puede terminar de ver su LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ,,,cómo decirlo....¡¡¡al fin y al cabo es ella la que ha elegido esa peli, no como yo, que no elijo mis despertares en las mañanas ni las entrevistas!!
ResponderEliminarmedio beso.
No pudo ver el final de la película porque se quedó dormida en la última serie de anuncios... si es que las pelis en la tele se eternizan :))
ResponderEliminarun abrazo
es por esa simple razón que YO NO VEO TELEVISIÓN, ni por cable ni por satelite ni por nada, ya que en esos seis minutos se va exinguiendo la emoción de la historia, y para volver a engancharte se te hace dificil, ya que interrumpieron en lo mejor de la trama, y eso me molesta y mucho, es por esa simple razón que todo lo tengo comprado en DVD, los veo una y otra vez si me da la gana, a la hora que me da la gana, en español o en ingles subtitulado, porque así lo prefiero y no porque a alguien se le ocurrió, por ejemplo tengo ya una semana completa que estoy viendo la película "Buscando una amiga para el fin del mundo" y si aún estoy despierto vuelvo a ver el dibujo en 3D "Valiente" que es una historia sensacional, el cable? creo que para mí, ya pasó de moda...
ResponderEliminaradoro este cuento tuyo, muy bien narrada y el final está según mi punto de vista espectacularmente bien ingeniado, es coqueto, además muy dinámico que te engancha desde el comienzo, adorable entrada, felicitaciones :)
Hola Nieves,
ResponderEliminarDe verdad que me ha encantado esa secuencia tan cinematográfica que nos relatas...
Fíjate que si primero la "decorásemos" un poco insistiendo en el placer prometido por la película, luego ilustráramos con cada publicidad los pasos que tu darías para comprar y consumir los productos anunciados en la primera tanda publicitaria, siguiéramos con un pequeña secuencia de la peli y acabáramos con tu despertar en medio del The End... eso daría para un corto de Premio Gordo !
Te ha salido un relato redondo y orondo.
Felicidades.
Muac.
Casi se ve la sonrisa de Rhett Butler en el relato. Original. Un beso
ResponderEliminarEso pasa muchas veces cuando nos tiramos en la cama o en el sofá a ver la tele, el sueño nos gana y nos terminamos perdiendo ese programa que esperamos tanto. Espero que lo haya podido ver en otra oportunidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro que a todos nos ha pasado....esos interminables 5m. Un saludo
ResponderEliminarEn esos minutos que nunca son los que dicen, me daba y me da tiemp para preparme la cena, y bajar a mi perro, algunas veces merecía la pena esperar, pero otras veces mejor apagar la caja tonta porque a la vuelta se me había olvidado por donde iba el asunto.
ResponderEliminarBesicos
Jeje, lo que el tiempo se llevó, espacio ofrecido por Mama Osa Polar seguros. Seguro que en el sueño Clark Gable decía que dentífrico empleaba y Vivian Leigh cuales eran sus productos cosméticos.
ResponderEliminarBuen relato, amiga. Besos.
¿Sabes? Justo ayer estuve comiendo palomitas dulces, ¡que ricas! Por cierto, no me extraña que se durimiera en el sofá con lo agusto que se colocó, te confieso que a mi también me suele pasar,jeje. Un beso.
ResponderEliminarNo me extraña, yo misma ya puede gustarme la película que ponga y puedo esperarla con ganas que siempre me despierto a la hora de los anuncios y la peli se queda sin ver más que cuatro retazos...
ResponderEliminar- ¿Ya se ha acabado?
- Hace horas.
- Pues me voy a dormir.
- ...
:)))
Un beso.