Brillante, suave, cálido... lo recuerda así, a veces se pierde en las sensaciones, roza así el mundo de los sueños que logran llevarla de nuevo a reencuentros dibujados en nostalgias.
Por aquel entonces, olvidadas las ilusiones y los sueños quedaba romper con el ajuar, los símbolos que la trasladaban a los recuerdos, tal vez sea imposible- se dice- mientras repasa con las puntas de los dedos lo que durante algún tiempo fue lo que mas ansiaba... rotos los recuerdos la necesidad se perdería en el horizonte y el olvido.
Y de todo, hubo algo que quedó, la caja de pinceles... recuerda como la hizo, la calidez de la madera que ensambló y lijó hasta dejarla suave al tacto; los colores que eligió, el plata, brillante para el fondo y un azul intenso y profundo para la capa superior , después fue conformando los dibujos con un fino instrumento con el que arañaba suavemente, primero fue una luna a la que rodearía de estrellas, fueron tantas como infinitas hay en el cielo y por último, los barnices y sus brillos.
Siempre pensó que dentro de aquella caja se encerraban las ilusiones, fue la única que se libró de aquel desahucio impuesto, abandonada eso si, encerrando dentro de ella la posibilidad de estar alguna vez repleta de sueños por cumplir.
No había escrito porque no me ato a los objetos o al menos eso creía. Anoche leyendo algunos relatos, uno me hizo recordar que mi negación no es más que el olvido voluntario de algo que permanece porque yo así lo quise.
La he buscado necesita arreglos el tiempo y el olvido hicieron su trabajo, pero ha regresado justo cuando debía ser, porque vuelvo a perderme en la suavidad del trazo, en el brillo de los colores y en la calidez de los momentos...
Matices
Mas objetos perdidos en el Blog de Sindel
si una vez llenó tus expectativas, su potencial sigue ahí, como un reloj de cuco, que en la hora exacta saldrá a cantar la hora. Sólo tienes que darle cuerda. Tego fe en ti
ResponderEliminarY yo tambien tengo fe y mucha, dicen que donde hubo quedó. Esos pinceles estaban esperando su momento y ese momento es ahora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que no puedo expresar algo que no quede dicho en los comentarios anteriores, en especial en el de Javier.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga.
Pienso que en tu subconsciente tenías la sensación de que esos pinceles llegaría un momento en que serían necesarios para volver a perderte en la suavidad del trazo, en el brillo de los colores y en la calidez de los momentos...
ResponderEliminarUn abrazo.
Matices que alegría que te sumarás a este jueves, lo que salió de vos es hermoso, un objeto lleno de recuerdos bellos, que además va a ser rescatado para volver a lucir tan lindo como antes.
ResponderEliminarGracias por estar presente!!!
Un abrazo enorme :)
todos llevamos algo sin que lo sepamos...no hace falta que sea mucho... con una sola cosa basta y es suficiente... que lindo llevar colores a todos lados... besos!!!
ResponderEliminarPues si crees que ha regresado en el momento justo, no dejes de acariciarle, de admirar sus brillos y seguro que volverán nuevos momentos para recordar...
ResponderEliminarUn abrazo.
Maat
La caja de las maravillas, hecha, decorada con infinita delicadeza, imposible relegarla al olvido, encierra el tiempo y el futuro, los pinceles siguen dispuestos a hacer su trabajo.
ResponderEliminarEn esa caja has dispuesto este bello relato, me dan ganas de ver un trazo, un color, otro sueño.
Besitos muchos.
No se precisa ser fetichista, ni tener demasiado apego a lo material, para valorar algo que nos inspira y recuerda, que nos provoca y no sugiere, que nos trae a la memoria y nos lleva de la mano hacia un proyecto.
ResponderEliminarSigue acariciando esos pinceles...seguro que nos contarán más todavía que tus palabras.
besos
Un texto delicado y precioso. Los objetos aunque parezca que nosotros nos olvidamos, ellos nunca lo hacen, muchas veces parecen tener vida propia y consiguen aparecer cuando más necesitados estamos de sus recuerdos.
ResponderEliminarPinceles para pintar los recuerdos.
Un abrazo
Qué maravilla que -de alguna manera involuntaria- todos nosotros, jueveros por elección, hayamos sido partícipes de este reencuentro!
ResponderEliminarDe veras espero que te sea tan fructífero como alguna vez soñaste!
un abrazo.
Que bonita caja. Siempre tenemos algo que nos es dificil echar de nuestro lado, y aunque tu pensabas que no era así, al final has encontrado algo que significa mucho para tí, sobre todo por el hecho de que está fabricado a mano con todo el cariñó. Eso no tiene precio.
ResponderEliminarMe alegro de leerte, me ha gustado mucho.
Un abrazo
yo, nieves, voy a divagar...
ResponderEliminardiría yo que e ese intento de querer olvidad existe un punto a favor de quien quiere olvidar: no sé si te habrás preguntado alguna vez aquello de si es más lo que recordamos o lo que olvidamos...
si te lo has preguntado, la respuesta es fácil. no seré yo quien la ponga aquí...
y como la respuesta es la que es, para quien intenta olvidar, yo diría que quizá se debira de cabrear por que ..joderse, no quería dejar la respuesta, que es obvia, pero no me queda más remedio...por que en el mundo de los recuerdos-olvidos , estos últimos ganan por mayoría, amén de que los recuerdos lo único que hacen es una distorsión tal de la realidad que te ...es decir, que quizá lo que se debiera de intentar no es le olvido, si no el recuerdo, por que es bastante más difícil recordar que olvidar...
he dicho...
medio beso, nieves.
Me alegro de que lo hayas encontrado y sobre todo compartido con nosotros. Así hemos podido disfrutar leyéndolo.
ResponderEliminarBesoso
La presencia física, aunque escondida del objeto es una ventaja. Más tarde o más temprano das con él, y entonces se agolpan las emociones, los recuerdos y las sensaciones.
ResponderEliminarEn este caso la sensación de recuperar algo que ocupó nuestro tacto durante tanto tiempo tiene un valor añadido.
Exquisita forma de relatarlo, concisa y directa... has llegado al fondo con poco contenido.
Abrazos
Un relato lleno de nostalgia. Ahora que esa caja llena de pinceles ha vuelto a aparecer en tu vida, no la dejes escapar, vuelve a usarla y quien sabe que pueden reflejar... Un beso.
ResponderEliminarMi posesión preferida , yo misma, Y aun asi no soy enteramente dueña de mis actos, porque éstos son el producto, no siempre, de influencias externas. Pero me quiero un montón y no me dejo manipular facilmente.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas cosas que me duele ver todavía, se han quedado también en el olvido voluntario, amiga mía.
ResponderEliminarLas heridas van sanando y alguna vez me atrevo...
Un beso.
bien hallado entonces porque los sueños solo duermen, solo tienes que despertarlos haciendo cosquillas con esos pinceles, ya verás, prueba...
ResponderEliminarUn tubo de besotes