Esta semana Juan Carlos del Blog ¿Y qué te cuento? nos hace una propuesta para el jueves "El camino". Y aquí estoy amigo, tarde, tocando el tema de puntillas pero dándote la mano en esta nueva convocatoria tan bien llevada.
La luz entra difusa y suave, llena el habitáculo de motas brillantes que caen como lluvia esperada por el peso de los días. Recrean esa atmósfera que recuerda que el espacio se cerró tiempo atrás, ya ni el olor de aquella estancia es el mismo. Tampoco la música suena, ni hay pasos disonantes que marcar en el parquet. Cierra los ojos mientras tararea su canción rebuscando en el fondo de aquellos recuerdos y, su sonrisa se desdibuja...
Tímidamente habló en el silencio que todo lo ocupa...
-Paré en la tienda, ¿sabes? encontré aquella botella de vino que tanto te gustaba- el lugar le devolvió las palabras retumbando en eco perdido. Y sintió el regusto a dolor escondido que envuelve lo que ya no existe.
No hay respuestas a sus palabras, sigue regresando a la espera de una señal.
Observó la habitación vacía, supo que en aquel lugar no existía reencuentro posible, solo las huellas del tiempo que danzaban en pasado.
Cerró la puerta, tras ella en el espejo del aparador dejó un mensaje escrito... "No volveré".
En la calle, el otoño empieza a empujar despacio a la estación saliente, las hojas empiezan a caer al ritmo que el viento va marcando. Silencioso y moderado cincela la nostalgia en el ambiente. Abrocha su abrigo, pierde la mirada en el fondo de la avenida a la vez que inicia sus pasos hacia un nuevo camino, es hora de continuar...Poco a poco su silueta se va fundiendo entre los transeúntes en el acerado hasta desaparecer.
Matices
Un saludo amiga.
ResponderEliminarHe leído el relato con el fondo de la música que sugieres y ha sido algo muy emocionante. Tu escrito es magnífico y no hablo pensando en el mundo bloguero, sino en mi mundo literario.
ResponderEliminarMuchísimas gracias y un abrazo muy cariñoso.
Un camino que no tiene regreso.
ResponderEliminarUn relato que te deja la sospecha -por lo menos a mi- de tal vez regresará. Muy lindo matices.....
ResponderEliminarEs un mensaje que no es deseable leer. Ella se va sin que pareciera desear irse. Tal vez no vuelva. Tal vez vayan a buscarla.
ResponderEliminarA veces es necesario hacer cierto duelo, despedirse de las cosas que hablan del pasado, un pasado que conviene abandonar. Mirar adelante, puede ser más sano. Me ha encantado el relato, y es que además, tiene un aire otoñal, a hoja seca desmayándose en el piso, a pasos frescos, a búsqueda, a imperiosa necesidad. Dan ganas de decirle a la protagonista: buen camino...
ResponderEliminarSiempre un gusto leerte!
Gaby*
Un destino que se deja atrás, un camino que se abre hacia adelante después de haber cerrado una historia que merecía un final.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Algunas casas se convierten en cementerios de amor, creo que ella deseaba quedarse ¿ pero para quien ?
ResponderEliminarcerrar la puerta y seguir el camino es mejor.
Besos querida amiga.
De esa visita al vacío, dolorosa, me ha inquietado el mensaje escrito en el espejo, viéndose ella misma, no volveré.
ResponderEliminarNo regresará el pasado, que tenga suerte en el nuevo camino, a pleno y melancólico otoño.
Sencillamente muy bien escrito, en cada letra intensísimo.
Un besito cariñoso.
Ya lo digerirá, volverá, se beberá el vino, tirará el papel a la basura y seguirá con su vida, mas feliz que una perdiz.
ResponderEliminarUn beso y tu cafelito.
Son dolorosas las despedidas, dejar atras parte de uno mismo y continuar sin tener rumbo previsto es muy difícil, quizá no tenga más remedio que volver y seguir viviendo esa vida insulsa.
ResponderEliminarBien descrita la situación.
Besos.
Para una tristeza tan profunda como la que tan bien describes, mejor no volver, creo, y buscar otros espejos.
ResponderEliminarBesos!
La nostalgia del amor junto con la otoñal..que bueno !!! Besos
ResponderEliminarimpresionante Matices, cada palabra me hizo estremecer incluso aún sabiendo cual sería el final de tu texto, son momentos de la vida que cada mortal vive de una manera u otra, nadie se escapa, aunque muchos no sobreviven, y se quedan ahogados en la tristeza que los va fundiendo a los muebles viejos que siguen cargados de recuerdos, muchas de las veces es imposible despegarlos por completo, y ni mutilándolos uno logra salvarles la vida, y la muerte aunque tarde llega a visitarlos para cumplir con su trabajo, de arrancarles de una vez por todas de esta miserable y podrida vida, una historia común, todo humano ha tomado un camino para poder seguir con vida olvidando el pasado o simplemente dejarlo atrás, pero en la forma cómo nos la cuentas es lo que nos empuja a sentir todo el dolor que se concentra en la personaje principal, todo un logro, mis felicitaciones, me ha encantado, besos!!!!!
ResponderEliminarPienso que ese "no volveré", es una decisión dolorosa, que encierra una enorme carga de decepción y desesperanza, pèro también, al tiempo, es una decisión muy acertada. Volver una y otra vez solo consigue acrecentar esa decepción y esa desesperanza. A veces es necesario romper con el pasado, destruir lazos que nos lastran, para poder volar hacia nuevos horizontes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Has descrito maravillosamente la sensación y el ambiente de algo que fue pero que no volverá. Ha hecho muy bien tu protagonista, hay un momento para decir basta y buscar nuevos caminos aunque sea doloroso. Un relato que destila nostalgia y melancolía. La música preciosa.
ResponderEliminarUn beso
no nos vamos nunca, al menos del todo. El calor de nuestro cuerpo siempre nos espera de en donde estuvo.
ResponderEliminarUn final de película para el principio de algo.
ResponderEliminarDelicioso texto, lleno de "matices" de gusto literario, muy descriptivo con olor a pasado.
La música acompaña excelentemente.
Besos
Te leo poniendo mi musica particular. Suena monotono el corazon, como un mantra... Nadie borrará la nota del espejo.
ResponderEliminarUn abrazo
Esto de es lo que yo llamaria " una parada técnica". pero el camio sisgue imperturbable.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Saludos càlidos.
La estancia estaba llena de polvo, y eso lo dice todo. No es bueno escribir sobre el polvo, a no ser que sea alguna indicación para que el propietario limpie el lugar.
ResponderEliminarUn besazo
Andar sobre el pasado buscando un resquicio por donde reconocerse y reencontrarse con todo aquello que nos constituye. Nostálgico esfuerzo abocado a la melancolía.
ResponderEliminarSiempre es un placer leerte y dejarse contagiar por tu sensibilidad.
Y un privilegio recibir tu visita.
Gracias.
Un abrazo de otoño soleado.