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Marcela arañaba la madera, la mella que iba dejando al clavar la uña dejaría una huella imborrable en esa mesa. Allí estaba ella " A las puertas del cielo", un local al que acudió tras encontrar una nota que un desconocido garabateo en un ajado papel y coincidentemente dejó caer en su mesa...
¿Porqué la eligieron a ella?, ¿que sería aquello tan importante que debía ver?... no dejaba de hacerse preguntas. Incluso las dudas la hicieron parar antes de sobrepasar aquella puerta. Cargó los carretes en la cámara, ajustó el objetivo y la deslizó en el bolso para no levantar sospechas.
Dentro de aquel local, en el camerino, todo era ajeno a la visita sorpresa. Pintaba en rosa sus mejillas sobre blanco, y sus ojos en sombras destacaban. Su traje brillaba al reflejo de las luces de aquel espejo enmarcardo y su sonrisa era plena. Todo era perfecto, el traje le ajustaba como un guante, aquellos desorbitados tacones le hacían una estilizada figura, lo mejor..., su culo, le encantaba marcarlo, no pudo evitar pellizcarlo...
La reclamaron,- ¡¡dos minutos princesa!!-, la función no se hacía esperar...
Se tiró un beso a si misma en el espejo y exclamó ¡mucha mierda!...
Entre luces de colores contoneó sus caderas ante los gritos y pitidos de ese, su público siempre fiel... Marcela se levantó abriéndose paso, no daba crédito... cogió su cámara y entre tanta algarabía gritó
- ¡Sr. Alcalde!-, el silencio se hizo en la sala y el flash de su cámara deslumbró a aquella "princesa" que cayó desde aquellas altas torres como presagio del final de su carrera.
- ¡Sr. Alcalde!-, el silencio se hizo en la sala y el flash de su cámara deslumbró a aquella "princesa" que cayó desde aquellas altas torres como presagio del final de su carrera.
Matices
Más situaciones "in fraganti" en el Blog de Gus
Pues no se yo si por ahí no habra pìlladas como esta jajaja, de otras se van viendo demasiadas.
ResponderEliminarMe gusto ese arañar sobre la mesa.
Un abrazo
Me has dejado con la boca abierta, para nada me esperaba ese final, ¡qué buenísimo!
ResponderEliminarMuy bueno, Matices. Lo triste del asunto es que las críticas de la gente hacia un alcalde/político por sus tendencias sexuales lo hagan caer; y sin embargo cuando hay un escandalo de malversación de fondos, corrupción, etc. la gente parece que lo tolere con un "si es que... todos son iguales"
ResponderEliminarEn fin, vivir para ver.
Bss.
Siempre me encantan tus finales, ¿no hay forma nunca de adivinarlos!, lo que más me gusta es lo de caerse la princesa de sus altas torres, aunque nunca se sabe, lo mismo por fin se librea de su torre en la que estaba encerrada y el flás sea en realidad ese príncipe azul que la libera, estoy con Mar, que triste esta falsa moral de la que hace gala nuestra sociedad cuando los ladrones siguen sin dimitir!, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarencantado de leerte de nuevo.... siempre con finales espectaculares donde uno nunca se imagina, eso mantiene a tu público que te lee con la espectativa de siempre, escudriñando en cada reglón aquellas palabras que sin dificultad logras plasmar y que faltando pocas líneas vas aumentando el suspenso, es simplemente divino..... aunque dudo mucho que en estos días de liberación sexual sea un escándalo que un alcalde busque placer entre las piernas de un prostíbulo, y peor que él vaya a esos lugares de perversión, olvidando que para eso tiene sus guardaespaldas que pueden conseguirle las menores de edad que él quisiera y meterlas en su casa de playa privada.... pero fuera de eso, es una hermosa entrada, besos
ResponderEliminarNos hemos quedado sin saber a quién y por qué le interesaba hundir al alcalde. Excelente relato de principio a fin.
ResponderEliminarUn abrazo!
Buen relato y final abierto, que deja a quien lo lea el verdadero final. Un beso.
ResponderEliminarA mi también me ha gustado y comparto lo que dice Mar, es cierto por estas cosas caen y por otras ni se les acusan.
ResponderEliminarBuen jueves!
Un abrazo
buèh..., pero quizà este trabajo lo haga mas feliz al señor alcalde!
ResponderEliminarpor aquì ha habido algunos señores jueces a la puertas de otros cielos, si!
me ha encantado!
Me has recordado la película "Un hombre llamado Flor de Otoño" en la que un abogado actúa por las noches en un cabaret.
ResponderEliminarMe ha encantado la forma de ponernos en situación y ese cambio de escena, trasladándonos de la entrada del local al interior del camerino.
Últimamente no paramos de oír noticias de espionaje político.
Finalmente solo comentarte que vivimos en una sociedad tremendamente hipócrita, con pocos principios y equivocadas prioridades.
Un beso.
otro final poco anunciado... no me lo esperaba ni ahí... me encantó :D un beso!
ResponderEliminarLa primicia fue para ella, el lugar correcto, la hora indicada y el alcalde pillado. Lástima la princesa, que se vino a pique. Hay circunstancias que conspiran, unas para bien, otras para mal. Excelente relato, que da la oportunidad de especular con variantes.
ResponderEliminarBesitos!
Gaby*
Más o menos como la vida misma, pero en esta ocasión hay varias formas de interpretarlo, y dejas mucho para la imaginación.
ResponderEliminarBesicos.
Para si entendí bien, ¿cometió una indiscreción de mencionar en voz alta al alcalde y pretendió fotografiarlo?
ResponderEliminareste relato es bueno, muy muy bueno, mecagüenrusia...
ResponderEliminarayer, hablando con la vero, alias la mamá, le estaba diciendo que tendemos en general a derrochar IMAGINACIÓN. pues bien, este relato tuyo destila eso y más.
por cierto, sigues engrandeciendo el estilo...
medio beso...
nada es como lo anticipamos. Por eso admiro tanto a aquellos que se atreven a afrontar un público.
ResponderEliminarRochies desde mi otro blog.
jajajjaaj eso es lo que yo llamo el fin de una carrera política!...y quizás el inicio de otra muy prometedora en el mundillo del espectáculo!
ResponderEliminar=)
Magnífico final, inesperado inesperado. Me imagino la cara que le quedó, pobre.
ResponderEliminarUn abrazo
bueno, muy bueno por ese final imprevisto, y sobre todo por lo bien narrado-
ResponderEliminarenhorabuena y abrazos
A mi me parece que últimamente hay bastantes a los que les podría pasar lo que al Ilmo. Sr. Alcalde.
ResponderEliminarUn beso
P.D.: buena forma de dividir la acción
Mira que ese final me recuerda a cierto personaje de televisión jajaja... cuek
ResponderEliminarUn relato ágil que comienza de una manera y termina de otra completamente inesperada. Excelente tu jueves Matices.
ResponderEliminarUn beso.
Me acabo de quedar boquiabierto con tu final, menudo giro le has dado al relato. Genial!!!
ResponderEliminarUn beso
Pues el Alcalde, como dirían en Galicia, mientras solo haga eso ...
ResponderEliminarLsa historia genial, creas climax, sorpresa y sonrisa.
Besos.
Por fin consigo leertee. Gracias. Tal vez el hecho de que lo hayan pillado in fraganti, al final no suponga una caida sino una auténtica liberación. Magnífico relato, imaginativo y con un final total y absolutamente inesperado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues no sé por qué finaliza su carrera, supongo que tener un alto mando tan exótico daría lustre a su municipio. Yo no tendría inconveniente mientras cumpliera bien en su función pública, no?
ResponderEliminarUn beso y cafelito.
Cierto, el final es imprevisible. El pobre alcalde solo tenía una pequeña mancha o no!! -jaja- en su curriculum vitae: disfrazarse y actuar para los demás. Al final resulta que cada político representa un papel determinado mientras dura su espectáculo, pero no todos los periodistas están para descubrirlos y sacar sus miserias...
ResponderEliminarun abrazo, buenísima escritora :))