Allí, quieta y pictórica estaba ella, en el sillón, respirando por última vez con alguien y paradójicamente era él. ¡Dios!... esperaba que todo fuera una pesadilla. La última noche, o las últimas noches había estando regurgitando malas sensaciones, estaba podrido de las personas sin sentido, aquellos que permanecían sin imagen durante toda la vida... era mejor sobrepasar del resto. Vestirse bien...¡ah, y tener tetas!... eso sí, fundamental para esta sociedad machista del culo, que castrado y todo, todavía se queja de nosotras....
Puedo impedirlo... ¿puedo? bueno, esa cara lo dice todo...
Tenía un gesto preocupante, y no era por nada. Allí estaban sus manos, sosteniéndole la cabeza mientras pensaba. Nada en el mundo importaba realmente, porque estaba perdido de allí en más. El café estaba frío en la mesa y la colillas de cigarrillos se apelmazaban mientras su boca olía a cenicero. La habitación lúgubre tenía un aire a película de misterio.
El peso de sus pensamientos, a veces le hacía olvidar que era lo realmente importante, perdido en su amargo pasado, las imágenes de tiempos mejores, pasaban por su mente, llegó a desfigurarse y a cegarse en ese mundo de papel couché, que le vendía la posibilidad de ser mejor y perdió su identidad, frente al espejo, su verdadero yo, disfrazado de miedo... tras él, esa cara...
Tejía internamente pensamientos, de olvidos y signaturas maquiavélicas, donde sus lecturas colgaban enganchadas en tiempos de oscuridad. Trasladaba diariamente su dolor sacándolo del interior a su pasado y allí estaba, su olor a limpio, sus suaves manos enganchadas a las suyas, su tez sonrosada, fue ahí donde se colgó el dolor. En un rincón de la habitación, la sombra de un cuadro, el desconchón en la pared, y los años de despreocupación. Todo se difuminaba, aprieta el puño, en su otra mano siempre con él, una foto ajada, de colores perdidos, amarilleada en una mezcla de sudor y suciedad. En sordo grito interior se retuerce, da un golpe seco al espejo, en mil piezas al suelo. Ya de rodillas, abrió su mano y en ella la foto, su cara...
¡¡No puedo!!...
Gaston De Avale & Matices
(A cuatro manos...pincha encima del nombre de Gaston, y harás un viaje directo a su blog...)
¡¡Gracias!! Gaston, ha sido muy facil trabajar contigo y ante todo una experiencia increibe donde interconectamos y vimos la misma "cara", desde el primer minuto...
Más caras "a cuatro manos" en el Blog de Gus
El paso de los años con ellos esas manos que tanto han tenido que soportar, viviencias de una pasado en muchos casos complicados y una foto que ya no reconocen como suyas.,,,
ResponderEliminarMagnifico relato a duo con Gaston...Felicidades a los dos.
Primavera
Matices ya he dicho a Gaston que me ha encantado el relato, original por las imagenes y perfecto en su descripcion de pensamientos y sentimientos. Ese querer olvidar, borrar el pasado, tan dificil como imposible.
ResponderEliminarFelicidades, besos a los dos.
Matices y Gastón, o al revés, estremecedor relato habeís trazado, íntimo, amargado, viviendo dentro de sí, recordando, con sensaciones casi táctiles, un bucear al interior más doliente que no gusta que grita, que se rompe como un espejo.
ResponderEliminarCampa un soledad rotunda.
Mis felicitaciones más sinceras, muy buena conjunción entre cuatro manos que teclean sentimientos con palabras intensas. Besitos muchos, Gastón y Matices.
sentí soledad, este relato me entristeció, verles asi, desvalidos
ResponderEliminardependientes, me hace brotar cariño hacia ellos
Si estos sentimientos me habeis arrancado..pareja de gachupines, es que spis la leche jajajaja
un abrazo para gastón y claro...un beso para ti
Bueno, tengo que decir que me ha costado varias lecturas tratar de entender bien el relato. Perdonad, pero lo digo con la legitimidad que me da ser fan de cada uno de vosotros.
ResponderEliminarMe ha recordado un poema de Kavafis que musicó Lluis Llach, se llama "A la taverna del mar" y me ha llevado a esa gente que no puede llegar al "mundo maravilloso" que nos ofrece la publicidad, los medios de comunicación, a esos que han perdido el tren de la vida.
Abrazo a cada uno.
resulta de un onirico tan extraordinario que no me ha resultado nada fácil haber discernido bien ni el auténtico sentido de esta escena ni sus dos diferentes personajes.
ResponderEliminarNi siquiera estoy seguro que aquel rostro con el uno o una prefería no enfrentarse fuera el mismo en todo momento.
Autoestima baja, un entorno de una desnudez espeluznante... y sobre todo estrés, mucho estrés.
Sin duda que me merece ser releído.
Una expresión por lo demás de nuestro propio caos.
Tésalo
Queda en claro que desde el inicio "conectaron" entre los dos!...me alegra saber que ha sido esta una muy positiva experiencia literaria.
ResponderEliminarHan logrado crear un ambiente cargado de agobio y tortura interior.
abrazos por duplicado!
Texto cargado de emociones el de uds, te deja un gusto amargo al terminar de leer. Han creado una especie de atmósfera opresiva y lúgubre con palabras, si que lo han logrado.
ResponderEliminarMe parece reconocer a Gastón en el principio del texto (perdón pero no puedo evitarlo, sobre todo si se trata de un dúo como este integrado por una española y un sudamericano). Quería justamente ver como habían manejado el tema de la diferencia en la forma de hablar: les quedó bárbaro!
Un gran abrazo a ambos
El paso del tiempo que no perdona y no nos deja indiferentes a nadie.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un beso a los dos
Relato descarnado lleno de dolor, donde la amargura se palpa en el ambiente. Buena transmisión de sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Matices y Gastón! A mi tambien me ha llevado un par de lecturas les confieso, y cada vez lo hice con pausa interna para empaparme de las emociones, y la verdad es que angustia. Sí, he debido poner musica alegre para sacarme esa desazón, retrogusto como quien dice. La verdad es que han recreado en palabras ajustadas y muy sentidas, un relato que descarga angustia el personaje, un relato bucólico y caldoso que nos va llevando a traves de sentimientos de frustración, soledad y incomprensión
ResponderEliminarAunque el sentimiento que deje no sea lindo, uds sí que saben transmitir! Yo a diferencia de Any creo adivinar a Gastón al final de la narración.
Besos y mis felicitaciones a ambos
Vaya dos, yo tambien soy de la que lo ha leido un par de veces, pero ha valido la pena, y como a Javi, el mensaje me ha dejado un poco tocada, pero todo puede ser que con mi cabecita llena de cosas, esté yo más...
ResponderEliminarGenial la unión, que ha hecho sentirnos a más de uno reflejado, al menos por mi hablo.
Petons a los dos.
Gracoas Matices por ser y estar, no sabes lo bien que me sientan tus visitas.
Yo soy más lento que Juan Carlos y Ceci, y he necesitado más de un par de lecturas para meterme en el relato.
ResponderEliminarPero que disfrute cuando dentro me he llenado de nostalgia, de recuerdos, y ese final tan descriptivo, tan fotográfico, tan sobrecogedor.
Como dos, a veces pueden parecer uno y tan grande, tan intenso.
Abrazos a ambos.
El paso y el peso de los años. Un relato muy interesante y que a cuatro manos ha surgido como si de una sola persona se tratara.
ResponderEliminarEs alegre y triste; dulce y amargo.
Una conjunción que me ha sorprendido gratamente.
Mis dos manos aplauden vuestras cuatro.
Me alegro de no ser la única que lo ha leído un par de veces, es que con una sola lectura, al menos yo, no me quedaba con todo lo que te puede trasmitir, con una segunda, y hasta tercera. Me maravilla que esté escrito a cuatro manos, ignoro como lo hicieron, si uno escribió hasta la mitad, o se lo pasaron varias veces. No conozco a Gaston, pero si conozco a Matices, y no sé donde acaba uno y comienza el otro. Mis felicitaciones a los dos.
ResponderEliminarInteresante el vídeo.